YeWook / KyuWook ¡Mentiras que destruyen!

Capítulo 2

Lo mal adquirido se disipa como el humo, dijo Cicerón, pero yo digo, lo mal adquirido se paga y se tatúa como cicatriz en la piel. No puedes huir de las consecuencias de tus malas acciones.

¡El inicio!

Siempre se ha sabido que solo hay dos maneras para hacer historia, hacer algo extremadamente bien o hacer algo increíblemente mal y esperaba que en ésta ocasión todo saliera de manera positiva. Amo a mi novio con todo mi corazón, nuestra relación es extraña pero estoy dispuesto a todo con tal de salvar su vida, como el hecho de meterme a la boca del lobo.

Es un tipo arrogante, prepotente, orgulloso y sobretodo un malhumorado llamado Cho KyuHyun, el empresario más hijo de puta que jamás ha existido, según JongWoon.

Han pasado dos días desde que decidimos poner el plan en marcha y esta noche será cuando todo definitivamente comenzará. Me he informado sobre Cho, es un tipo meticuloso, siempre está alerta de cualquier posible ataque, así que mi manera de llegar a él debe ser abrupta y diferente a la que todos han intentado, él debe sospechar de mí en un principio pero cuando se de cuenta que no soy nadie en concreto me ganaré su confianza incondicional y aquello será lo que nos salvará. ¿Qué si por amor estoy dispuesto a destruir a un hombre? No esperes que me ponga la mano en el corazón, me eche a llorar, me arrepienta y pida perdón antes de haberlo siquiera intentado, así que la respuesta es sí, conseguiré la libertad de JongWoon y la mía bajo cualquier medio y a cualquier costo. Cho KyuHyun me importa en lo más mínimo, solo quiero su maldito dinero.

JongWoon y yo caminamos de la mano y entramos a aquel bar que siempre frecuentamos cuando deseamos beber, se encuentra en el tercer piso de un edificio entre las calles principales y más transitadas del bajo mundo, la zona K, donde vienen personas de la zona A, hasta los de la zona Y, es decir, todo Incheon viene a este lugar excepto los de la zona Z, ellos no tienen ni donde caer muertos. No somos de las personas que planean, nuestra vida siempre ha sido una improvisacion pero esta vez es diferente pues hemos planeado esto todo el día así que esperamos todo sea un éxito. Me dirijo a la barra y pido unos tragos, le doy uno a mi novio y yo bebo el otro de golpe. Dejo que el tiempo corra, mi novio se levanta y se aleja de mí, la música a todo volumen me distrae, trato de no pensar en lo que estoy a punto de hacer y bebo otros tres tragos más, antes de considerar que es el momento.

Camino en dirección a los baños, cerca de ellos está ese tipo de mierda que me ve con deseo, ya a pocos metros de mi objetivo comienzo a caminar de una forma más sensual para atraer toda su atención y lo consigo, sus dos ojos no pierden movimiento alguno de mi cuerpo, ¡aghh! Me repugna. Paso a un lado suyo acomodandome los guantes que jamás dejo y menos en ocasiones como esta. Él me toma del brazo con brusquedad deteniéndome, sonrío en mis adentros ya que sé una pelea muy ventajosa se aproxima y ni siquiera tendría que esforzarme en provocarla.

ㅡ¿A dónde vas muñeco?
ㅡ¿A donde crees imbécil?
ㅡ¡Vamos! Te invito a una copa.
ㅡA mi novio no le gustará.
ㅡNo lo veo por ninguna parte, seguro que podemos ir a echar un polvo y volver, no lo notará ㅡcomo si yo quisiera hacerlo o me tuviese a sus pies babeando de deseo, ¡por favor! Es tan ridículo. Además el hijo de perra nos debe ciertos wons, supongo que si tiene para invitarme a un trago, tiene para pagarle a JongWoon.
ㅡSi él ve que tienes tus manos sobre mí, te matará.
ㅡTu novio no me intimida.
ㅡPues debería. Solo déjame seguir mi camino.

Me suelto de su agarre y entro al baño que no tiene más que una fila de cinco lavamanos blancos o mejor dicho de un color amarillento percudido, frente a ellos, cinco cubículos con su respectivo inodoro para defecar y al fondo se hallaban igualmente cinco mingitorios, aún más sucios que los llavamanos, arriba de estos había una ventana lo suficientemente grande como para ventilar el lugar.