Fuera de cámaras [Yuri!!! On Ice]

× υησ;; Última oportunidad.

El hombre de larga cabellera dio un fuerte golpe al escritorio, logrando sobresaltar al joven de lentes.

—¡Yuuri! ¿Cómo es posible que no hayas entrevistado al chico?—exclamó, notablemente enfadado.— ¡¿Entiendes lo difícil que fue conseguir un hueco en su agenda para la entrevista? ¡Hoy se irá de gira y no volverá en tres meses! ¡Él sería la portada de este mes!

Katsuki se mantuvo en silencio mientras recibía el regaño, con la vista en el suelo y temblando en su lugar. Sabía lo importante que era esa nota. ¡Pero qué podía hacer! Jean Jacques Leroy era una persona muy difícil de tratar; era caprichoso y obstinado. No pudo ni llegar a la cuarta pregunta y Leroy ya se había levantado para irse, según él, porque era el entrevistador más tedioso y aburrido que conoció. Sí, muy grosero de su parte.

—¡Yuuri!— el nombrado volvió a la realidad; y a juzgar por la mirada de su jefe, éste último quería una explicación.

—Y-Yo... hum...— cerró los ojos con fuerza y juntó sus manos como disculpa.— ¡Lo siento mucho, Celestino! Jean decidió irse de repente, y yo... no pude detenerlo.— finalizó en un susurro.

—Ay, Yuuri.— Celestino suspiró con pesadez, llevando una mano a su sien.— Ya te lo he dicho; tienes que tener más carácter, lo necesitas para este trabajo.—dijo, suavizando la voz.— Si mal no recuerdo, fue por eso que perdiste tu anterior trabajo.

Yuuri Katsuki; un joven de veintitrés años, y actualmente parte de la revista para adolescentes "U-Know", donde el jefe del departamento de ésta era Celestino Cialdini; un viejo amigo de los padres de Katsuki. 

¿Su anterior trabajo? Bueno, era en un periódico local, donde se encargaba de las notas menores. Todo iba bien al principio, hasta que comenzaron a aparecer los nervios y la vergüenza a la hora de tener que entrevistar a las personas; no conseguía la información necesaria, no lograba que le hicieran caso y provocaba que a la oficina central le llegaran muchas quejas en contra suyo. Duró apenas cinco meses allí. 

Con el tiempo se le ocurrió tratar de conseguir un lugar en la revista de Celestino y, gracias al enorme cariño que este último le tiene, decidió darle una oportunidad.

¡Las cosas fueron peores desde allí! Si le era difícil que la personas comunes le hicieran caso, no había caso con superestrellas; modelos, actores, idols, etcétera. ¿En qué estaba pensando cuando decidió estudiar periodismo? Con su timidez era obvio que no serviría para esa carrera.

—Sí... Así fue.— admitió el pelinegro, con una sonrisa derrotada y el sudor cayendo por su mejilla.

—¿Entiendes que has cometido muchos errores, no? Lo obvio sería despedirte.

—Lo sé...

—Pero cómo sabes que soy paciente, te daré una última oportunidad.— Katsuki le miró con ilusión, a tal punto que sus orbes brillaban.— Pero tienes que cumplir esta misión, sin importar qué.

—¡Lo que sea! Haré mi mayor esfuerzo; sólo dígame y yo lo cumplo.— farfulló emocionado, con una mirada decidida y su mano hecha un puño.

— Muy bien. Presta atención.— sacó una carpeta y la dejó sobre el escritorio.— No es nada fuera de lo común; necesito que le hagas un par de preguntas a la persona cuyo nombre está en esta carpeta.

Yuuri abrió lentamente el archivador, pudiendo apreciar una fotografía de un hombre peli plateado, delgado y de hermosos orbes celestes.

—¿El actor ruso Víctor Nikiforov?— preguntó confundido.— ¿Por qué quieren un artículo sobre él? No tiene ningún proyecto reciente y no está metido en ningún chisme.