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Cinco años después

Un pequeño de cuatro años corría por el bosque. Su cabello rubio como el de su padre doncel se movía contra el viento y sus ojos ambares como los de su padre miraba con atención todo a su alrededor. Vivir en el bosque era lo mejor en su vida a igual que vivir al lado de sus padres.

Al llegar a un riachuelo vio a un pequeño pelirrojo a la orilla durmiendo o inconsciente. Se acerco con curiosidad viendo que el pequeño abría los ojos verdes. Dio un salto al verlo.

—Tranquilo, no te voy a hacer nada—estuvo lo suficiente cerca para que el menor se sonrojada—. Estas todo mojado ¿Por qué?

—E-Escape—no pudo evitar tartamudear. Ver a alguien así de apuesto no era normal en su mundo, pero ¿Qué pensaba? Apenas tenia tres años a punto de cumplir cuatro. Quizás la vida en el castillo de su madre lo hizo madurar más de lo que debía y es que su madre era la reina de corazones. Una mujer fría que si alguien se atrevía enfrentarla le cortaba la cabeza.

—¿Por qué? Tan mal es tu mundo—el menor bajo la mirada.

—Es un infierno—el mayor le tomo la mano.

—Puede que sea un infierno pero intenta buscar lo bueno de aquel lugar—su respiración era rápida—. ¿Cómo te llamas?

—Colin, hijo de la reina de corazones—eso sorprendió al mayor.

—Yo soy Andrew, hijo del lobo y caperuzo rojo—Colin lo miro con esos hermosos ojos.

—¿Cómo? Eso no es normal, un villano y un bueno—Andrew rió.

—Nadie es malo, solo hay razones para hacerlo o es lo que dice Matt, tu ya sabes, hijo de "Blanco nieves" y el cazador, aunque no se porque le dicen blanco nieve si su padre doncel se llama Daniel—el menor rió.

—Creo que tu amigo tiene razón—escuchó como unos caballos se acercaban y se asusto—. Andrew, debes irte.

—¿Por qué?

—Son los caballero de mi madre y no quiero que te corte la cabeza—Andrew asintió pero beso al menor.

—Espero que estés bien

—Lo estaré—el sonrojo le quedaba encantado, pero se fue a esconder entre los arboles.

Miro todo lo que pasaba. Los caballeros eran unos hombres con unas armaduras de cartas de corazones. Era extraño pero nada era normal en estos mundos. Ellos se llevaron al pequeño Colin que lo miraba con algo de tristeza. Su corazón lo sentía extraño, como si lo estrujada con fuerza y dolía.

Volvió a su casa cuando ya no divisaba a Colin. Lo primero que vio fue a su padre doncel recogía fresas en una canasta y su padre, el lobo, llego con un venado en sus hombros. Sabía que se llevaría un regaño por parte de su padre doncel.

—Cariño ¿Otra vez?—Kaden lo miro con una sonrisa.

—Hay que mantener fuerte a nuestro hijo, mira que sera apuesto y atraerá muchas miradas—le causaba gracia que su padre dijera eso, después de todo hoy no quería que nadie lo mirara, solo ese pelirrojo de ojos verdes.

—Papá, estoy aquí—ambos lo miraron.

—Andrew, ve a lavarte las manos, la comida ya esta lista—dijo Karan con una sonrisa.

—Antes de todo, me gustaría hablar con ustedes dos—ambos le pusieron atención.

—Habla hijo—dijo Kaden notando lo extraño que estaba su hijo.

—Conocí un chico en un riachuelo—eso saco una sonrisa de los mayores—. Pero era el hijo de la reina de corazones.

—¿Conociste al hijo de esa reina?¿Cómo?—pregunto el doncel.

—Dijo que estaba escapando de su mundo porque era un infierno y después dijo que me fuera porque venia los caballeros de su madre, lo más extraño es que olía dulce, caramelo con rosas y sentí una opresión cuando se fue ¿Qué es esto?—Karan miro a Kaden que se había quedado estático.

—Encontraste a tu pareja—menciono el mayor de todos.

—¿Pareja?¿Debo luchar?

—No por ahora, cuando se encuentren de nuevo deberás luchar por él y si tu crees que eres capaz de cambiar su mundo, hazlo—dijo el doncel.

—Lo haré—se emociono. Después de todo sus padres no lo retaron.

—Ahora ve a lavarte las manos

—¡Si!—corrió a la cabaña para lavarse las manos.

Kaden le beso la mejilla con cariño.

—¿Hemos hecho bien?—pregunto el menor.

—Claro que si, él sabrá que hacer con su historia como lo hicimos nosotros pero ahora debo llevar esto adentro para la cena—Karan sonrió con esa inocencia característica de él—. Después de todo celebraremos el cumpleaños de Andrew

—Si—vio como el mayor se adentraba en la casa y siguió recogiendo fresas para el pastel de Andrew.

Estaba feliz con su familia. Después de todo otro integrante más se adentraría en esa familia. Su familia.

"No siempre la misma historia tiene que tener el mismo final."

Cuento N° 1: El Lobo Y La Inocencia (Yaoi/Gay)- Crónicas Cuentos Del Ayer.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora