Diez (epílogo); verde

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Desperté en el mismo lugar donde mi última respiración se había quedado plasmada. Sólo veía el pasto verde debajo mío.

Levanté la mirada y vi a mi madre llorar desconsoladamente, Morgan llamando por celular con pánico y mi padre respirando rápidamente.

No podía escuchar nada.

Me alejé un poco para ver la escena.

Mi cuerpo colgando del árbol.

En un segundo me arrepentí de haberme suicidado, comenzaba a extrañar a mis padres, a Morgan e incluso a mi gato Dominos.

Sentí una respiración detrás de mí.

-¿Auttie?- oí su voz, su magnífica voz.

Me giré.

-Luke- era él, era mi mejor amigo.

Entrelazó su mano con la mía y emprendimos camino hacia la nada.

Sólo éramos él y yo.

Para siempre.

Letters to heaven - luke hemmingsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora