2.-¿Cómo te invito a salir? Parte 1.

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Haruhi:
Fue tierna al momento de pedirlo, pues estaba un poco sonrojada, pero eso no evito que también fuera directa.
~ -(T/N)...-Llamo Haruhi.
-¿Qué pasa? -Preguntaste viéndola.
Las dos se encontraban en tu casa, habían quedado de verse al salir de sus respectivas escuelas.
-Yo...-Comenzó a decir Haruhi con la cabeza agachada.
-¿Tu? -Trataste de animarla a que continuará.
Viste como tomo una gran bocanada de aire para después subir la cabeza y mirarte a los ojos.
-¿Quieres salir conmigo?-.
Las mejillas de Haruhi estaban rojas, casi como las tuyas en ese momento.
Te quedaste sin palabras, eso no te lo esperabas.
Haruhi al ver como no contestabas comenzaba a arrepentirse, en su cabeza una pequeña voz no paraba de decirle "Lo arruinaste, adiós amistad, adiós a tu mejor amiga y a las posibilidades de ser algo más", sin embargo el dulce abrazo que le habías dado le dejo la mente en blanco.
-Me gustaría salir contigo Haru-chan -Susurraste en su oído.
Haruhi mantuvo una sonrisa lo que resto del día.~

Tamaki:
Siendo como es, él en medio de casi toda la escuela con muchos alumnos alrededor, te pidió de una manera algo...extravagante para tu gusto que salieras con él.
~Estabas sentada en el patio de la Academia comiendo de manera tranquila, aunque algo en el fondo te preocupaba, Tamaki no había ido a molestarte y eso no era normal.
"¿Dónde estará?" Pensabas mientras mirabas de reojo hacia todo el lugar.
-¡(T/N)! -Gritaron a lo lejos, nada mas y nada menos que Tamaki.
"Creo que hable muy pronto" Salio una gotita en tu sien.
Cuando miraste en la dirección donde provino el grito, te sorprendiste al ver a Tamaki con un traje blanco y corbata rosada acercándose a ti con una galante sonrisa.
Te sonrojaste ante eso.
Era una de las sonrisas que más te dedicaba, pero esta tenia algo diferente.
-Buenos días mi bella dama -Hablo con voz profunda, te sujeto la mano y la beso delicadamente.
-Tamaki -Llamaste avergonzada. -¿Qué es lo que pretendes hacer?- Estabas desconfiada, muy desconfiada.
Él solo se arrodilló no prestando atención a lo que decías.
-(T/N)...-Comenzó. -Quiero hacerte una pregunta y necesito que contestes seriamente-.
Asentiste un poco asustada, pocas veces lo veías serio y era cuando estaba enojado, aunque no creías que estuviera enojado por la forma tan cálida con la que te trataba.
-Tu...¿quisieras....-Dijo de manera pausada.
Y de pronto, los gemelos salieron con un gran cartel que decía "...salir conmigo?" mientras que Mori, Honey y Kyoya lanzaban serpentinas al aire.
Tu cara le estaba haciendo competencia a un tomate.
-Ah...-Murmuraste desconcertada.
Tamaki esperaba pacientemente, no mostrando que por dentro se moría de nervios.
-Yo...acepto, acepto salir contigo -Dijiste.
Al minuto escuchabas los gritos emocionados de los integrantes del Host Club, así como a Tamaki abrazandote con fuerza y algunos suspiros de las chicas de alrededor al saber que su querido Rey podría tener pareja oficial los próximos días.~

Kyoya:
Fue durante la visita regular a tu casa para tomar el té. Había sido sutil y cauteloso al momento de pedirtelo, algo que describía perfectamente su relación.
~Los dos se encontraban solos en el jardín de tu casa. Habían estado platicando de diversas cosas hasta que Kyoya mencionó algo que llamó completamente tu atención.
-Así que los Ootori han abierto un restaurante -Repetiste lo ya dicho.
El asintió con una ligera sonrisa -Quizás ayude un poco-.
-Si por ayudas te refieres a que tu insinuaste la construcción, te creo -Reiste levemente. -Haces lo mismo con Tamaki -.
-Al parecer mis métodos no funcionan contigo -Te miro fijamente.
-Te conozco demasiado bien -Tomaste un sorbo de tu té.
-Quisiera ir a ver como ha quedado, en cuando a calidad de establecimiento y comida-.
-¿Qué es lo que te detiene? -.
Su familia era dueña de ese lugar, Kyoya podía ir cuantas veces quisiera.
-Al momento de reservar, el asistente se confundió e hizo una reservacion para dos -Sus ojos brillaron por un momento.
Levantaste una ceja, pobre de ese asistente, ya debía estar empacando sus cosas.
-Me imagino que lo han despedido -.
-Imaginas mal -Sonrió de manera maliciosa. -Si bien le recalcamos su ineptitud, pensé que sería buena oportunidad el llevar a otra persona y dar el visto bueno los dos- Te miro fijamente.
Ya sabias a donde iba todo esto.
-¿Me pides ir contigo a ver el restaurante? -Apoyaste tu barbilla en una de tus manos.
-¿Quién más que tu? -Devolvió la pregunta.
Hiciste el ademán de pensarlo.
-Acepto- Tomaste tu taza. -Aunque igualmente hubiera aceptado si solamente decías algo como una cita -Le diste un sorbo a tu té.
-Nosotros no somos así -Hizo lo mismo que tu. -Además -Te miro. -No hubiera sido entretenido -Sonrió maliciosamente.
Le devolviste la sonrisa.~

Hikaru:
Los dos estaban solos cuando lo pregunto. En si, te engaño un poco, estabas tan distraída que no habías notado sus intenciones...aunque tampoco las hubieras notado si estuvieras concentrada.
~Hikaru veía como tratabas de perfeccionar el baile que presentarias dentro de pocos días para un gran evento en tu escuela.
-¿No crees que ya fue mucho (T/N)? -Te sonrio un poco desde su lugar. -Te ves cansada -.
-Tengo que hacerlo bien Hikaru-kun -Diste una vuelta y lo apuntaste con tu abanico. -Es una gran presentación, mis padres vendrán junto con mi abuela- Desplegaste el abanico y continuaste.
El suspiro bajemente, pero segundos después sonrio de forma pícara aprovechando que no le ponías atención.
-Que triste -Suspiro. -Me gustaría aprender a bailar así como tu (T/N)-chan-.
Pusiste toda tu atención en él, no te gustaba ver a nadie de esa manera, mucho menos a él.
-¿No sabes bailar Hikaru-kun? -Preguntaste inocentemente.
"Caíste" pensó él.
-Tengo dos pies izquierdos -Se hizo el avergonzado.
-Oh...-Fue lo único que dijiste.
Se quedaron callados durante algunos momentos, una pensando inocentemente sobre como ayudarle y el otro sabiendo que su plan estaba funcionando.
-Yo...-Susurraste. -Puedo ayudarte, Hikaru-kun-.
Puso una cara de sorpresa.
-¿En serio (T/N)-chan? -.
-Si -Asentiste. -Yo te ayudare a bailar, seré tu maestra-.
Hikaru te tomo de la mano y la acarició haciendo que te sonrojaras.
-¿Cuando podríamos empezar?-Por dentro se encontraba riéndose debido a tu inocencia.
-Eh...-Murmuraste. -Quizás mañana ¿Te parece?-.
-Que mañana sea -Sonrió encantadoramente separándose de ti.
Se dirigió a la salida, pues ya era hora de irse, sin embargo, en la puerta se paro dándote la espalda.
-Es una cita -Te grito, girando un poco para darte una sonrisa y finalmente salio.
Te quedaste pensando en lo que dijo hasta que por fin tu mente pareció aceptar sus palabras.
-Espera -Tu cara se puso roja. -¿¡Qué!? -Gritaste, en la sala de danza solo se escuchó el eco de tu avergonzada voz.

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