1.- ¿Cómo se conocieron?

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Haruhi:
-Haruhi y tu eran amigas desde que tenían uso de razón. Tu madre y su madre se llevaban bien y en una de sus salidas decidieron llevarlas a ustedes, si bien al principio ni siquiera se hablaban, después de unos minutos junto con unos helados de sus sabores favoritos, ya se encontraban jugando con los diferentes juegos del parque. Así fue como comenzó su bonita amistad.

Tamaki:
-Habías entrado a la Academia Ouran gracias a tus padres, quienes se esforzaron mucho por darte una excelente educación. Ahí estabas tu, cursando el primer año y todo iba bien, hasta que terminaste en cierto Host Club. Un chico rubio y de ojos azules llamado Tamaki te contó sobre el Club y te ofreció sus servicios, sin embargo tu declaraste que no te interesaba y te fuiste, dejando a Tamaki complemente sorprendido. Desde entonces te persigue a todas partes tratando de cautivarte con sus encantos, lo cual es raro que funcione.

Kyouya:
-Te encontrabas en una gran fiesta patrocinada por un compañero de tu padre. Para ti eran aburridas, digo, solo tenias 10 años en ese entonces. Podías ver como las personas platicaban, comían o bailaban, típica fiesta para hacer negocios. Desde lejos, tu padre te pidió que te acercaras y lo hiciste, te presento al anfitrión y al hijo de este, Kyouya Ootori. Ya lo conocías, aunque nunca había hablado con el, pues iban a la misma escuela y año, pero diferente grupo. Comenzaron a hablar solamente por compromiso, pero a los minutos los dos ya tenían varios temas y gustos en común. Fue normal que al final del evento, pidieran volver a verse para seguir con su plática.

Hikaru:
-Junto a tu escuela habías ido a la Academia Ouran para la realización de los festivales. Venias de una Academia privada solo para señoritas y tu espectáculo era la danza con abanicos. Estabas sola en el salón de danza, con tus abanicos, un gran kimono simple y suave música, al finalizar no te diste cuenta que un chico de cabello pelirrojo suave te había visto desde el principio. Este decidió hacerse notar con pausados aplausos junto con algunos elogios hacia tu persona, eso fue más que suficiente para hacerte sonrojar, lo que a él le pareció tierno. Un simple intercambio de números telefónicos dio paso a una amistad entre dos personas totalmente distintas.

Kaoru:
-Cambiar el uniforme de la escuela con tu gran habilidad del diseño y moda te había metido en problemas. Esperabas tranquilamente fuera de la oficina del director preparada para tu próximo castigo. Aburrida, viste salir a un chico de cabello de cabello pelirrojo claro junto con otro, muy parecido al primero, pues a simple vista se veía que eran gemelos. Uno te vio antes de salir, se quedó un buen momento así y después salio, era tu hora de entrar, por lo que no le prestaste atención. Al día siguiente tenias que ir de nuevo a ese lugar, al llegar, te diste cuenta de que el chico de ayer se encontraba esperando, te sentaste a su lado y para hacer plática, le preguntaste típicas cosas de castigados. Una de las mejores maneras de pasar el tiempo.

Honey:
-Cuando eras pequeña, fuiste a una cafetería con tu familia, que estaba conformada por tus padres y tu hermano mayor. Cada quien pidió lo que quería y al momento de traerlo, pudiste ver la mirada de un chico rubio y adorable hacia tu sabroso pastel de chocolate, viste lo que él comía, estaba comiendo una...saludable ensalada. Con un poco de pena, te paraste y te sentaste a su lado, con amabilidad le ofreciste la mitad de tu pastel, él lo acepto algo dudoso. Cuando lo probó viste como sus ojos se iluminaban. Esa noche, a los dos en sus respectivas casas les dolió la panza, pues en toda la tarde no dejaron de comer diferentes tipos de dulces. Sin embargo, había válido la pena, pues ahora los dos tenían un amigo nuevo.

Mori:
-Esperabas a tu hermano mayor y menor afuera del establecimiento donde practicaban kendo. No ponías mucha atención alrededor, lo único que querías era irte y cuando pensabas en alguna forma de hacerlo, viste como un chico serio, alto, moreno y de cabello oscuro salio. Sus miradas se encontraron por un momento formando una atmósfera extraña pero agradable, sin embargo tu hermano menor te llamo y comenzó a jalarte de la blusa, tuviste que caminar por la insistencia y te resignaste, dudabas volver a verlo. Al día siguiente, el extraño chico estaba ahí, te pusiste a su lado un poco intimidada...Al final tu habías comenzado a platicar con él, quien se encontraba escuchando todo y debes en cuando dando algunas sonrisas.

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