Mi dulce tentación...

Capítulo 4: "Cambio de rutina"

Una tenue melodía resonaba a lo largo de aquella afamada cafetería ubicada en el centro comercial de Karakura y un agradable aroma era emanado por los diversos tipos de cafés impregnándose en las fosas nasales de un llamativo grupo de jóvenes que degustaban las delicias de dicho local.

- ¡Umm!, ¡esto esta riquísimo!- exclamo efusivamente una muchacha pelinaranja que comía alegremente una porción de pastel de queso para luego beber el café con leche que había ordenado.

- Ya veo porque afaman tanto este lugar, el ambiente del local resulta ser muy atrayente al igual que los platillos servidos- comento Uryu luego de dejar terminar con su taza de café con chocolate amargo mientras limpiaba sus empañadas gafas agracias al vapor generado por la extinta bebida.

- Hmp por lo menos algo ha valido la pena de esta salida ya que la película fue una total mierda- el peliceleste del grupo dio a conocer su opinión en un tono lo suficientemente fuerte que se ganó las miradas de reproche de una pareja de ancianos ubicados en la mesa del frente.

Y es que ver una películas de 2 horas que no trataba más de un apocalipsis zombie no resulto ser lo suficientemente entretenida para ninguno de los muchachos reunidos en esa tarde por lo que tras acabar la aburrida función el pelirrojo que organizo dicha salida propuso asistir a la cafetería en la que se encontraban en esos momentos.

- ¿Y qué te ha parecido "Soul Society" hasta el momento Kuchiki-san?- indago el chico de lentes llamando la atención de los demás gracias a la inesperada pregunta. La aludida tan solo dio un sorbo a su capuchino a la vez que intentaba ordenar sus pensamientos; todas las miradas de los presentes estaban clavadas en ella por lo que la incomodaron un poco, sobre todo una mirada ámbar.

- El lugar es bonito y los profesores se notan que son muy capacitados, creo que es una buena institución... lástima que la mayoría de los alumnos no son más que unos consentidos con aires de grandeza- fue la respuesta dada por ella sorprendiendo un poco a los demás por lo último dicho, aunque todos coincidían con ella en ese detalle.

- ¿Y cuál es tu salón?- pregunto Grimmjow con notoria curiosidad.

- EL K-302.

- ¡Wow estas en el edificio "K"!, yo estudio en el edificio "J" y es bueno saber que nos encontramos casi a la par ¡porque así iré a verte seguido!- expreso una emocionada Inoue imaginándose a sí misma vestida de caperucita roja y cargando una cesta donde llevaba diversos platillos de comida para obsequiárselos a la pelinegra.

La conversación continuo con su curso de manera amena, Rukia poco a poco fue tomando confianza a ese grupo de chicos y la incomodidad sentida en un inicio fue desapareciendo tal como el agua que se evaporaba; todos conversaban menos un serio joven de particular cabellera naranja que desde el instante en que se reunieron para ir al cine parecía haber viajado a otra galaxia.

- Ichigo... ¡Oye Ichigooo!- gritó el bermejo de llamativos tatuajes mientras zarandeaba al ojimiel.

- ¿Ah?- fue lo único que salió de su boca al despertar de su estupor.

- ¿Qué carajos te pasa?, desde hace un rato has estado distraído y no has hablado para nada, ¿te comieron la lengua los ratones? ¿o de pronto resulta que eres autista?- menciono Renji de manera burlona haciendo que el ojo derecho del mencionado entrara en una especie de tic.

- Deja de joder... tengo mejores cosas que en que pensar para que me vengas con tus mierdas- acoto asombrando notoriamente a la chica de ojos violetas gracias a su forma de expresarse.

- ¿Tu pensando?, ¿en qué clase de mundo paralelo me he despertado?- opino Ishida sarcásticamente.

- ¡Tks! cierra la boca maldito cuatro ojos...- Ichigo se hubiera dispuesto a seguir con su cadena de insultos pero al darse cuenta de la atónita mirada de Rukia clavada en él se dio cuenta de su grave error... ¿cómo podía ser tan pendejo de expresarse de manera tan vulgar frente a alguien que lo vio en su nuevo rol de los domingos?.