#Primera Parte

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― ¿No te has olvidado de algo?

Camila se separó dando un brinco de la cafetera, su jadeo haciéndose eco por toda la brillante cocina.

― ¡Lolo, maldición!

— ¿No? ―le repitió, sus manos encontrando sus caderas mientras se apretaba contra ella desde atrás.

— ¿Qué? ―la miró―. ¡Necesito café!

— Lo sé, nena. No estoy hablando de eso.

— ¿Eh? ―parpadeó.

— ¿Sientes esto? ―meció las caderas contra su culo.

— ¿Y?

— Estoy desnuda ―le susurró,su suave aliento golpeándole en la nuca.

— Estoy feliz por ti. Sigo necesitando café antes de hacer nada más.

— Nena, ¿recuerdas lo que planeamos?

— ¿No?

— Imagino que no. Te desafié a pasar el fin de semana desnudas.

— Ah―Eso―.¿Ahora?

— Sí,ahora sería un buen momento para empezar , yo  ya he seguido las normas. Ahora es tu turno.

— Estoy haciendo café,Lauren. Probablemente no es...  

Ella  la cortó.

― Sin excusas.Un desafío es un desafío,corazón.Venga.―Le agarró el borde de la larga camiseta que llevaba y tiró a un lado.

Sus pechos inmediatamente se pusieron de punta: por el frío o por cómo la tocaba,no estaba segura. Ella tiró la camiseta por algún lado detrás de sí y tomó sus caderas con ambas manos, apoyándose contra ella una vez más. 

Mmm, tal vez estar desnudas todo el fin de semana no sea algo tan malo, después de todo,pensó mientras dejaba caer la cabeza contra su pecho.Cuando ella empezó a deslizar las palmas de sus manos hacia arriba, ella le rodeó el cuello con los brazos.

Ella gimió un poquito al ver lo que tenía delante,sus pechos levantados,esperando que los tocara.

Los ahuecó y sopesó por un momento antes de abrir los dedos para que sus pezones sobresalieran entre ellos.

Ella miró hacia arriba y observó mientras ella tensaba los dedos, estrujándose los hasta que jadeó por el placer-dolor que la recorrió.

― ¡Lauren!

— Eso te gusta,¿eh?Te gusta cuando soy áspera;sé que sí―le susurró al oído.

Ella en reacción empujó sus caderas hacia arriba.Siempre que ella  hablaba así ella acababa mojada en sólo unos segundos. Probablemente por eso ella lo hacía cada vez más a menudo,incitándola cuando estaba atada a la cama,murmurando cositas sucias cuando esperaban en algún sitio,sonriéndole malvado porque ella se volvía roja y se removía inquieta.

— Lauren ...―su nombre surgió con un suspiro.

ella tiró de sus pezones, estirándolos, haciéndolos endurecerse. Dolía un poquito, pero tenía razón, a ella le encantaba.

― Inclínate―le ordenó mientras ella se echaba para atrás y presionaba una pesada palma entre sus omóplatos.

De Esta Manera (CAMREN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora