◈ CAPITULO 3 ◈

122 20 1
                                    

— Te doy 3 minutos para que me digas  quien eres,  quien te mando,  como entraste y cuál fue tu encargo o si no... - sentí un metal frío en mi nuca,  no veía quien era y cuando escuché un ruido de ese metal supe que era una pistola— Si no... Te mato.

No sé porque siento que es innecesario decir que me estoy muriendo de miedo,  yo quiero seguir viviendo, ¿Jungkook me mando aquí para que me mataran?  Me niego a creer eso.

Con lentitud me volteé para poder mirar  a la persona que me planeaba matar,  si me iba a quitar la vida no sería a espaldas.

Hubiera querido no haber volteado,  descansaré en paz de saber que un chico extremadamente guapo me quite la vida,  ¡Espera!  ¿qué? ¿Qué cosas estoy diciendo?  Estoy completamente loca aun no quiero morir.

Tenía unos ojos miel mas encantadores del mundo, su cuerpo se veía trabajado, ni súper musculoso pero tampoco se veía flaco,  y aunque su expresión era seria a mas no poder,  no le quitaba nada de atractivo,  su mirada era fría, inexpresable,  dura pero era cautivadora.

—Habla o te vuelo los sesos. - rayos se me había olvidado que este hombre me estaba apuntando con un arma.

— No...no espera n-no es nada de eso... ni sé de lo que hablas .- traté de explicar pero su rostro seguía sin expresar ningún sentimiento.
¿Qué no  se sentía ni un poco mal al matar a una persona?

—No te repetiré lo que quiero que me digas .- no dejaba de mirarme a los ojos fijamente y ahora sé que no soy normal porque a pesar de la situación en la que estoy no dejo de pensar que sus ojos son hermosos y atrayentes.

Tan perdida estaba hasta que vi como un cuerpo cayó en la entrada, atrajo la atención tanto mía como la del asesino.

Solté un gemido al ver que era jungkook, estaba tirado boca abajo con la mejilla izquierda pegada al suelo.

—¡¡ Jungkook!! - corrí a él y lo volteé de forma que su cabeza estaba en mi regazo, solté otro gemido cuando vi que su rostro estaba lleno de golpes, su mano estaba en su vientre, por instinto alce su camisa y estaba lleno de moretones, sus ojos apenas estaban abiertos.

— N-no...coff coff...- escupió sangre en el piso - N-no puedes matar a mi...no-novia - logró decir tartamudeando.

Me sorprendió ver que el chico ni se inmuto al ver Jungkook llegar en esas condiciones, al contrario seguía apuntándome con el arma.

— Por favor...- bajó el arma y antes de salir dijo.

— Mañana hablaremos tu y yo por ahora descansa...- pensé que ya se iría pero volvió a voltear. -¡Ah! Y ya sabes que hacer, en este lugar hay reglas Jeon Jungkook, y lo sabes...- hizo un movimiento de cabeza hacia mi dirección.

Y desapareció del cuarto, y solté el aire que no sé en que momento estuve reteniendo, su presencia tenía algo de intimidante.

— ¿Qué pasó jungkook? - lo intente levantar, se me oprimía el pecho que con cada movimiento el soltaba un gemido de dolor.

Cuando logré acostarlo en la cama él parecía inconsciente, con nervios empecé a ver a mi alrededor haber si veía un botiquín, abrí una puerta y vi que era el baño, pero no había botiquines ¿Quién no tiene uno? Ah claro, él no tiene uno.

Cuando salí me quede estática cuando vi a un señor de unos 45 años si no me equivoco revisando sus heridas, ¿tan rápido ya llegó un doctor?

— WoW este niño cuando me va a hacer caso de ya no pelearse. - dijo el doctor al parecer así mismo, me acerqué a él y al verme abrió exageradamente sus ojos. —¿Tú quién eres?

Blood Sweat & Tears...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora