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El lema en mi vida era nunca arrepentirse, yo no había elegido ser así pero ya que ese era mi futuro tendría que buscar algún lado bueno; pero desde esa noche, no podía dormir, el plan era entrar, matar al hombre y salir, pero el niño tuvo una pesadilla lo cual lo hizo despertar justo cuando entramos a la habitación, nos miro con sus ojos azules, húmedos de tanto llorar, no podía echarme atrás, ya habían pagado el trabajo
- encargarte de el
Le susurre a uno de mis acompañantes
- yo me encargo del padre
-¡papá!
El niño había comenzado a gritar a lo que Rafael lo tomó entre sus brazos, cubriendo su boca, entrando a la habitación más sercana, la primera en salir fue la madre, típico
-¿porque los niños hacen todo tan difícil?
Sin dejarla responder le dispare en la pierna, causando gritos desgarradores de dolor por su parte lo cual alarmo al padre, el cual salió haber la situación
- son una adorable familia, no es nada personal
Y le dispare en el pecho, mi trabajo estaba echo
- ya saben que después de que yo salga ustedes pueden hacer lo que quieran con ellos
- usted si que es amable, nos deja toda la diversión sin reclamar crédito.
Mi oficina era grande, no podía quejarme, me disponía a leer el periódico cuando en primera plana se anunciaba el asesinato de una familia a puñaladas, a los imbéciles de mis colegas les encantaba sacar las balas de mis víctimas, todo perfecto hasta ahí, cuando mi sangre se heló al leer, "la víctima más joven ha sido el hijo de la pareja el cual recibió más de 30 puñaladas"
Esos imbéciles, yo nunca le había tocado ni un solo pelo a un niño, era el acto más vil aunque yo lo dijese. Mire a mi colega más cercano, un hombre de unos veintitantos y a pesar de su corta edad era muy fiel aunque a decir verdad el es mayor que yo por unos tres años
- entregalos, en la cárcel se encargarán de ellos
-si señora
¿Que dicen esperaban que fuera mujer ?
... G ...

Apagando luces Donde viven las historias. Descúbrelo ahora