Apagando luces

8

Vivir con ganas de matar a todo aquel que te complique la vida, perder rápidamente la cabeza, e imaginar su cabeza partida en pedazos regados por la ha habitación, no es un sentimiento fácil, no puedes decírselo a toda la gente que conozca, tienes que aprender con ello y aprender a tranquilizar esos impulsos.
Ciertamente cada vez que lo veía, sentía esa necesidad, de apuñalarlo, de ver su cuerpo sin vida, pero algo dentro de mi me lo impedía, no solo las estúpidas condiciones dadas, su mirada de sinceridad, de inocencia, una que no había visto desde hace mucho tiempo.
Comiamos en silencio hasta que decidí romperlo
-si quieres que haga bien mi trabajo quédate en tu maldita casa
-me importa y no puedo dejarte
-¿no puedes o no quieres?
-ambas ¿que paso con lo que teníamos?
-como tú lo dijiste, teníamos
-tenía que llegar ese idiota, el fue el que te alejo de mi es por eso que no cometere el mismo error
-el fue el único que trajo paz a mi vida, quiso cambiarme, quise cambiar por el
- sabes que me largo... Vender mañana
- no necesito tu maldita presencia
Derribe la mesa tirando todo lo que encima estaba, sobre el, también era bastante agresivo pero sabía que yo no era solo agresividad, yo perdía la conciencia, no era la misma persona, me volvía más fuerte e insensible, no reconocía de alguien importante en mi vida a un desconocido; fue ahí cuando me dio la espalda
-esta bien, quédate sola
Regrese a la habitación, dormía como un bebé, lo mire detenidamente, sus facciones era finas, tan perfectas para tratarse de un simple humano
-¿que tanto me miras, te gusto?
Por primera vez en mi vida los colores se me subieron al rostro el cual cubrí con una de mis manos, la otra la tomo sin avisar y deposito un beso sobre ella, por un momento nos quedamos viendo como si no creyeramos nuestros propios actos.
Dormimos cada uno por su lado
-¿porque una chica tan linda como tu, se dedica a cosas tan horrendas?
-tuve un pasado difícil algo que tu no entenderías
-es extraño, cada uno sufre a su manera, créeme para mi tampoco todo ha sido fácil
-ja ¿un niño mimado que tiene todo, sufre?
-tal vez tenia todo pero no tenia con quien compartirlo, estar solo...
-eres un idiota, yo nunca tuve algo estable y tu vienes a decirme que porque estas solo sufres ¿que eres, una chica?
-puedes decirme lo que quieras, estoy acostumbrado
-¿que?
Su respuesta no había sido agresiva o llorona, era estable algo que nunca había visto en alguna víctima que haya tenido
-a donde quiera que valla nunca seré aceptado, por eso cambie mi imagen antes o sigo siendo un retrasado
Sin ser consiente estaba acariciando su rostro, era extraño, como si otra persona actuará por mi, eso me irrito así que salí de esa habitación sin articular que palabra, no podía ser débil, no otra vez