Apagando luces

2

Una mujer de 1.65, cabello rojizo, con heterocromia por culpa de una lesión que había sufrido cuando tenía tres años de edad, eso la caracterizaba ya que uno ojo era totalmente verde a diferencia del otro, color azul, piel blanca, con un estado físico envidiable para cualquiera a su paso.
Nadie sabía su nombre,ni su procedencia, era como si hubiese aparecido de la nada ni el hombre más cercano sabía su edad, solo rumores, o le ponían una ellos mismo para llenar su intriga.
-¿que es lo que quieres?
-valla a un no dejas de sorprenderme, siempre alerta
-¿que es lo que quieres?
- que me hagas un favor
-esta bien, llamare a uno de mis hombres más capacitados
-no, quiero que lo hagas tu, teniendo tu intelecto y tu gran habilidad con las armas se me hace un desperdicio que no utilices ese potencial
-ya no tengo esa necesidad
-¿y cuando asesinaste a tu esposo si?
Con un movimiento veloz su cuchillo ya estaba en su garganta
-tan filozo que con un solo movimiento para realizar un corte que te hará derramar hasta la última gota de tu asquerosa sangre
-tranquila, te pasaré el doble
-¿de verdad crees que necesito dinero?
-ese maldito bastardo, es hijo de uno de mis socios que me ha robado más de la mitad de mis ganancias, ni siquiera deves asesinarlo, solo ya sabes asustalo un poco
-pero tu serás el que me preste el lugar donde debo tenerlo escondido
-claro
-y quiero la mitad de lo que recuperes por los riesgo que puedan surgir
-es un honor hacer tratos contigo primor
-que asco, ya sabes que no me atraen...
Lo miro de arriba a bajo, lo tomo del cuello arrastrando lo hasta la pared, cada vez aficciandolo mas
-los débiles como tu, no podría protegerse ni teniendo un arma en sus narices, a la siguiente que me llames primor te parto los huevos ¿me has entendido?