Cuando vuelvan las nieblas

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Cuando vuelvan las nieblas,

si no estoy, que no me añoren;

Cuando ecos helados vuelvan,
si no respondo, que no me imploren.

Que no me pidan explicaciones,
cuando deje frío mi asiento,
que no me digan que soy malvado,
si ya avisé, que no les miento.

No es por ti, ni es por mi
que el hilo pueda romperse,
es por todos y no es por nadie
que la costumbre pueda perderse.

Si algún día tocas mi timbre
cuando antes rompiste mi puerta,
ni se te ocurra vestirte de negro
cuando la mano tendida esté muerta.

Y si ves mi camino roto
por ahorcar a la bondad,
ya no busques mis pisadas,
se han perdido en libertad.

PoemarioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora