La oficina del director era espaciosa, y con mucha iluminación, el reloj en la pared llevaba un ritmo pausado llenando el horrible silencio que reinaba en el lugar.
Era la primera vez que visitaba la oficina del director, jamás me había metido en ningún problema, era una niña que nunca se portaba mal pues siempre era preferible evitarse un regaño en casa y un castigo después.
Mi cabeza se encontraba hecha un lío pensando en lo que dirían mis abuelos al enterarse que me metí en problemas solo por regresar a mi antigua vida. Quizá de momento estarían muy enojados por portarme de aquel modo, pero con el pasar de los días se darían cuenta que les hacía falta a sus vidas y seríamos muy felices juntos.
Papá entró hecho una furia contenida en la dirección 15 minutos después de que lograron calmar la hemorragia que le había provocado a mi compañera, yo estaba sentada con una ligera sonrisa en los labios, por la inmensa satisfacción de saber que la golpee y que papá me llevaría con mis abuelos.
-Gracias por venir- le dice el director a mi padre
-No, gracias por llamarme- contesta sin más
-Creo que su hija, Helena le debe una explicación de cómo llego aquí- el director me veía logrando que enrojeciera
-Quiero que usted me lo explique- lo fulminó con la mirada
El director al observar la actitud de papá, decidió que lo mejor era no ser contrario a lo que él decía, lo cual era una decisión sabia tomando en cuenta la mirada que tenía, no fue realmente una historia muy larga, tomando en cuenta que casi de inmediato se paró la pelea
-¿Qué opina?- finalizo el director
-Opino que mi hija no tuvo culpa de nada- sentenció mi padre para sorpresa y casi ofensa del director
-Le estoy diciendo que golpeo a una chica, le rompió prácticamente la nariz en el salón de clases- argumento exasperado el director
-Bueno, le estoy diciendo que Helena no tuvo la culpa, su profesor mediocre no fue capaz de parar la pelea antes de que pasara a mayores, mi hija estuvo siendo molestada durante los 3 meses que llevan de clases, no puede ser que nadie se diera cuenta de lo que sucedía- mi padre tomo un respiro antes de continuar, mi pequeña sonrisa había ido creciendo a medida que hablaba- y ahora viene usted a decirme ¿Qué mi hija tiene la culpa? Me resulta sencillamente incomprensible
El director se quedó prácticamente sin habla, no sabiendo que decir a los argumentos que minutos antes mi padre había expuesto o mejor dicho impuesto, pues aunque era tan solo una breve muestra de lo que pensaba, su actitud y gestos denotaban con toda claridad que le estaba dando la orden de culpabilidad.
La expectativa me estaba matando, sentía que en cualquier alguno de los do adultos frente a mi explotaría por contener la respiración y no hablar, sabía que debían sentenciar o negociar mi castigo y que dependiendo de la decisión mi destino se vería afectado.
Tras un par de minutos el silencio fue roto por el director
-Tiene razón, Helena solo se defendió, la suspenderé 2 días pero deberá firmar una carta compromiso de que mantendrá comportamiento ejemplar en su estancia en esta institución- acerco papel y lápiz a donde estaba sentada
- Me parece lo más sensato- opino papá- ¿Cuál será el castigo para la otra chica?
-Creo que su expulsión, las faltas han sido graves, de modo que se ira de la institución cuanto antes- observo el director.
El torbellino de emociones que se juntaban en mi mente no me dejaban pensar ni caminar con claridad iba siguiendo los pasos de papá el cual caminaba velozmente hacia el auto, su furia dejaba un camino a su paso casi podía decirse que quemaba.
Sin embargo, al llegar al auto y ponerme el cinturón papá comenzó a reírse como si no hubiera un mañana mi cara de total asombro ante su reacción que encontré muy contraria a lo que me esperaba.
-¡Nunca pensé que llegaría este día!- exclamo rebosante de entusiasmo
-¿De qué hablas?- mi cara contorsionada en las emociones
-Te peleaste, y fue una de verdad, la chica no dejaba de sangrar aun cuando salimos- me dijo con una sonrisa
- Pero, no creo que a mamá le guste saber que no vendré a la escuela dos días- le explique como si hablara con un loco
- Mamá no se va a enterar, ambo días te levantarás como para la escuela y nos vamos al trabajo- me miro con un dejo de diversión aun en sus ojos.
Esos pequeños momentos en los que fui feliz pero no lo sabía son los que atesoro en mi memoria para hacerme recordar en los días más grises de mi existencia que fui lo más importante en su vida y que quizá solo quizá lograría que las cosas fueran distintas ante sus ojos.
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El paradigma del Amor
De TodoRegina y Rodrigo están profundamente enamorados, ambos llevan una vida tan distinta del otro que es precisamente por esto que se complementan el uno al otro. Pero muchas preguntas acosan la inestable mente de Regina ¿El amor es real? no el que sient...