-Es un traficante de esclavos muy importante y rico. Vive en su propio castillo y está bastante protegido. Está al este de aquí- Altaïr asintió y se apresuró a salir de la biblioteca, Mairo fue detrás.
-¡Altaïr espera!- Le volvió a gritar, esta vez Altaïr no se detuvo y salió del castillo. Mairo luchó por seguirle el paso, pero iba demasiado rápido. Dio gracias al universo de que se detuviera en un lugar apartado de la gente.
-Esta misión nos la han encargado a los dos. No solo a ti- Le reprochó el joven Novicio.
-Simplemente no quiero que un niñato me frene- Mairo soltó un gruñido y apretó los puños, conteniéndose para no golpearle.
-Ahora entiendo porqué te bajaron a novicio- Altaïr le miró buscando sus ojos, pero no los encontró debido a la capucha que le cubría.
-¿Siempre quieres hacer las cosas solo? Pones a los demás en peligro por ello, ¿me equivoco?
-Sí, te equivocas.
-Era una pregunta retórica.
-No lo parecía.
-No estamos hablando de eso.
-No. Estamos aquí por una razón.
-Sí, encontrar al traficante de esclavos. Sin embargo no parece que vayas a contar con mi ayuda.
-Eres inteligente.
-El maestro quiere resultados se los dos, pero parece que solo te importa ascender a tu antiguo puesto.
-Eres un niñato muy molesto.
-No he empezado a molestarte- Se cruzó de brazos y sonrió. Altaïr apretó la mandíbula y gruñó.
-Muy bien listillo, hagamoslo a tu modo. Pero si fallamos las consecuencias caerán sobre ti.
-No esperaba que fuera de otra manera- Mairo se adelantó unos pasos manteniendo su sonrisa de victoria. Mientras empezaba a explicar su plan, Altaïr subió a un árbol y se alejó para buscar el castillo del traficante de esclavos por su propia cuenta -... ¿Lo has entendido?- Mairo se sorprendió al ver que detrás de él no había nadie -Ese maldito infeliz...- Se subió a un edificio y fue en dirección este.
Altaïr saltó al tejado fe un edificio y a unos metros divisó el castillo. Vio las entradas bien vigiladas, y lo mismo con las torres. Hizo un salto de fe cayendo en un carro de paja, se las ingenió para atraer a los guardias uno por uno y acabar con ellos silenciosamente hasta que una entrada estuviera sin vigilancia y pudiera entrar.
Escaló por la torre principal mirando por todas y cada una de las ventanas que había hasta encontrar a aquel hombre bebiendo vino.
Intentó entrar sin hacer ruido por la ventana, pero se quedó paralizado cuando escuchó un grito desgarrador que se acercaba cada vez más. Divisó a Mairo cayendo a un montón de paja, hizo que el carro se rompiera y provocara un enorme ruido.
-¿¡Que fue eso!?- El hombre borracho se levantó de sus miles de cojines y miró a Altaïr. Advirtió una figura escalar por la pared, entrar en la ventana hasta quedar al lado del asesino y desplomarse en el suelo -¡¡Vosotros!!- El hombre cogió de la capucha a Mairo y tiró de esta levantándole -¡¡Os vais a arrepentir de esto!!
A Altaïr le pareció escuchar gemidos de dolor y observó como el traficante estrelló a Mairo contra la pared. Su capucha se desprendió pero cayó de espaldas.
-¡¡Guardias!! ¡¡Guardias!!- Altaïr se abalanzó sobre el hombre y le clavó la hoja en el cuello lo más rápido que pudo. Cuando se levantó, vio a Mairo levantarse apoyándose en la pared adolorido y colocándose la capucha lentamente.
Altaïr se acercó a el y le cogió del brazo con fuerza.
-Tenemos que irnos, ¡ya!- No esperó respuesta y le arrastró fuera de la habitación encontrándose con los guardias. Mairo se encontraba demasiado débil y apenas podía seguirle el paso. Fue una eterna persecución por el castillo hasta que lograron salir y llegar a un lugar en el que no había mucha gente -¡Idiota! ¡¡Casi haces que nos maten y...!!- Altaïr vio que un hilo de sangre caía por su sien -Estás sangrando, déjame ver...
-¡¡NO...!!
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El águila mayor y el canario negro (Altaïr Ib-la-ahad)
Fanfiction"Tengo secretos, secretos que ni siquiera tú deberías conocer...." "No dejaré que nadie te haga daño de ahora en adelante" "Si eres tú, no puedes decir algo así" "¿Por que no?" "Porque el amor siempre daña...."