«One»

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"En el centro de este amplio mar
Una solitaria ballena habla bajo
No importa cuánto grite, el hecho de que no alcanza a nadie
Es amargamente solitario, cierra su boca silenciosamente"

Sintiendo el dolor en mi espalda y cabeza fue como desperté. Mi cuerpo yacía en el suelo, totalmente inmovilizado, sin poder siquiera levantar un dedo. ¿Dónde me encontraba? ¿Qué hacía allí? ¿No debería estar en clase?

Un rostro borroso vino a mi encuentro y me encontré con mi mejor amiga, Jennie. Ella me sostuvo y zarandeó, pero yo estaba demasiado aturdido como para darme cuenta de lo que estaba pasando. ¿Cómo había llegado hasta ahí? ¿Cómo había pasado de estar entrando a la escuela a estar tumbado?

Como una travesía de recuerdos; estos últimos vinieron a mi mente, aclarando todo lo ocurrido. Traté de levantarme, pero volví a caerme de golpe. Estaba aturdido, dolorido y somnoliento, solo quería que acabara el día y pudiera irme a mi casa.

Tras un largo rato tratando de mantenerme en pie, caminé hacia la clase. Jennie trató de ayudarme, mas tuvo que irse a su clase. Ella me sobrepasaba por un año y su clase se encontraba en un edificio distinto al mío. Depositó un beso en mi mejilla y se marchó, diciéndome que tuviera cuidado.

Caminé cabizbajo hacia clase.

-¡Taehyung!-gritó una voz que conocía perfectamente detrás de mí.

Me detuve de golpe y no me moví. Seguí observándome mis zapatos hasta notar a mi acosador y su séquito detrás de mí debido a sus oscuras sombras salpicando el barro del suelo.

-Taehyung, gírate-ordenó él con insistencia.

Mi cuerpo se mantuvo quieto en el sitio, incapaz de moverme.

-¡He dicho que te gires!-gritó, moviendo mi hombro hacia un lado para tenerme de frente.

Tragué saliva y me mantuve con la mirada baja.

-¿Q-qué pasa?-balbuceé, aún con la mirada baja.

-¡¿Así me hablas?! ¡¿No te enseñé a no hablarme así?!-preguntó, golpeándome fuertemente y produciendo que cayera al suelo.

-Yoongi, creo que estás siendo muy duro...-comenzó a decir Hoseok, perteneciente a su séquito.

-¡Tú te callas!-gritó Yoongi, dando un derechazo a Hoseok.

-Venga, chicos, no os peleéis-exclamó Namjoon, separándoles a ambos.

Les observé atentamente, me levanté como pude y aproveché para salir corriendo hacia clase. Me ganaría una gran paliza cuando Yoongi se diera cuenta, pero solo deseaba salir de allí.

Llegué a la clase unos minutos antes que el profesor. Me senté y cerré los ojos, suspirando lentamente.

Agarré el lápiz y comencé a dibujar. El dibujo es mi gran pasión, es mi forma de desahogarme. Dibujé a un hermoso niño de cabellos azabaches y ojos rasgados que venía a mi rescate por la ventana. ¿Por qué mi vida no podía ser como las de los demás niños? 

Hacía ya tres años que esta tortura había comenzado. Todo comenzó por la horrible sociedad en la que vivimos. Todo comenzó por él. Él con sus bellos mofletes, él con sus ojitos cerrados y sus dientes blanquecinos y alineados perfectamente. De todos los chicos del mundo, tuve que acabar enamorándome del hermano de uno de los matones más poderosos de todo el instituto. Pero él era diferente, él no parecía como los demás; hasta que su hermano nos pilló besándonos en su cuarto y él puso la increíble excusa de que yo había sido quien le había besado antes y que él no quería. Él, el bello Park Jimin, el por entonces dueño de mi corazón, me lastimó, me hirió, me decepcionó y posteriormente ignoró. ¿Quién iba a imaginar que aquel bello chico que me dedicaba poemas de amor acabaría ignorándome por los pasillos o riéndoles las gracias a los abusones?

Un día; su buen hermano, Yoongi, me golpeó tan fuerte que me mandaron a la enfermería con la excusa de que me había caído por las escaleras. Mi sorpresa se hizo inmensa al encontrarme a Jimin a mi lado al despertar. Me sorprendió el hecho de que él estuviera ahí, me sorprendió que estuviera preocupado, me sorprendió que me abrazara al despertar...

Ese día me prometí olvidar a Park Jimin, borrarle de mi vida, no más VMin (como nos solía llamar Jennie), nunca más.

Cerré el cuaderno con brusquedad al ver al profesor entrar y sentí una bolita de papel impactar contra mi cabeza. Me giré y Jimin me observaba desde la última fila. Cogí la bola, la abrí y me encontré con una caligrafía, la cual vi claramente que era de Jimin, que ponía:

"¿Estás bien? Mi hermano se pasa :(. Te quiero.

J."

Seguidamente, doblé la nota y la rompí en mil pedazos. Volví mi vista al libro e ignoré a Park el resto del día. Solo deseaba volver a casa...

El deseo se hizo tan fuerte que tal vez esa fuera la razón por la que mi dibujo se tornó realidad... Pero cada cosa a su tiempo...

***

Hi!
Espero que os guste.
🙈Kookie🙊

Un JungKook viene a verme → VkookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora