Me quedé en silencio, aunque me costara admitirlo tenía razón.
-¿Alguna pregunta?
Nadie contestó.
-¿Por qué nosotros? -dijo una chica llorando.
No contestaron.
-¿Qué significan los tatuajes? -pruguntó un chico.
No contestaron.
-Hablando de cosas más interesantes, vosotros habéis tenido distintas pruebas acorde a... nuestras expectativas, según vuestras acciones y decisiones han decidido si sois aptos o no.
-¿Vuestras expectativas? -preguntó alguien.
-Eso no os incumbe.
Nos quedamos en silencio.
-Ahora os liberaremos, cualquier movimiento extraño tendrá serias consecuencias. -dijo Kevin sacando su arma.
Nos fueron soltando uno a uno, cuando me liberaron me levanté y estiré los brazos, los sentía entumecidos.
-Bien ahora cada uno de nosotros se acercará a vosotros, ese será vuestro entrenador, ah y una cosa más elegid un nuevo nombre.
-¿Por qué?
-Porque nosotros somos ahora vuestra familia.
-Ja. -me reí.
-¿Alguna queja? -preguntó una chica muy tatuada.
-Muchas.
-¿Me estás vacilando?
-¿Quién yo? Jamás haría eso. -dije mientras ponía mi más inocente sonrisa
-Mira pedazo de basura...
-Basta. -dijo Kevin mirando a la chica, luego me miró a mí y dijo: "En vez de estar jodiendo piensa un puto nombre."
Hice el saludo militar, me miró muy mal, pero no dijo nada.
"-Ébano, leí en un libro que en griego significa belleza oscura."
-¿Tu nombre?
Miré y vi a Kevin, dos cabezas más altas que yo, ojos azules como el más oscuro mar y el pelo negro como el más profundo abismo.
-¿No puede ser otro?
-No, dime tu nombre o te lo pongo yo.
-Ébano.
Me miró por un momento.
-¿Sabes qué aprenderás?
-¿A ser una asesina?
-Sí, aunque eso ya lo eres.
Duele, aunque lo sé duele y que te lo digan con tanta frialdad...no espero compasión, pero no es necesario claverme un puñal que ya me ha traspasado.
-Aprenderás a infiltrarte, a engañar, a manipular, a seducir y a matar, serás una "femme fatale" del siglo XXI.- dijo sonriendo.
-Seré un monstruo...
-Aquí todos lo somos, la cuestión es saber convivir con ello.
-¿Cómo?
-Cada uno tiene su manera.
Asentí.
-Bien ahora seguidnos, os mostraremos las instalaciones.
Entramos a un pasillo con varias puertas, paramos en la primera, el comedor, seguimos avanzando, un enorme gimnasio con un ring de combate y máquinas machaca músculos, avanzamos hacia una puerta se encontraba al fondo y que daba a una horrible pista de atletismo.
ESTÁS LEYENDO
Sin Identidad.
Acción¿Qué harías si una mañana descubres que tienes un tatuaje que nunca ha existido? ¿Y si descubres que no eres la única persona del mundo a la que le ha pasado eso? Mi nombre era Beatriz Campos, fui una chica normal hasta aquella mañana.