CAPITULO 9
Miré mis manos vendadas y suspiré, comencé a andar, me estaba esperando en la pared de enfrente.
-Vamos, no vaya a ser que te pierdas.
-No me iba a escapar.-dije.
"-Aunque no era tan mala idea...-pensé."
-Vamos.Y empezó a correr.
-No me jodas...
Comencé a correr detrás de él.
"-La verdad es que tiene buen culo...Mierda, Ébano enfócate, es tu enemigo...un enemigo muy sexy...Caca eso no.-pensé".
-Se puede saber qué estás mirando.-dijo molesto.-Las deportivas.
-Llevo botas.
"-Mierda.-pensé".
-Será mejor que continuemos, nos están esperando, eres muy lento.Comencé a correr esta vez yo iba delante de él, aun así rápidamente se puso a mi altura.
-¿Por qué te comportas como una rebelde sin causa? -preguntó mientras corríamos.
Me reí.
-¿Sin causa? Vaya, entonces que te tatuen sin que tú quieras, secuestren, amenacen, golpeen, te apunten con una pistola, te obliguen a desnudarte, te ataquen con un enorme cuchillo...
-Vale, vale ya lo he entendido.
Me paré, y él al verme hizo lo mismo.
-No voy a someterme a vuestros caprichos por muchas ostias que me déis, por muchas veces que me amenacéis.
-Pero tu familia...
-Mi familia depende de mi trabajo, de que sea despiada, y aunque ellos me vendieron yo los sigo queriendo y venderé mi alma al diablo por ellos.
Sonrió.
-Esa es una muerte lenta y dolorosa.
-Es mi elección, llámalo "camino ninja" si quieres.
Se rió.
-Vamos, ninja.
Volvimos a la carrera.
Cuando llegamos a la pista de atletismo, ya había perdido un pulmón y medio corazón.
-Ya estamos aquí.-dijo Kevin.
Me acerqué a Erza y Doraemon que estaban de pie charlando, yo me senté, bueno más bien me tiré al suelo como si no hubiera un mañana.
-¿Qué tal?- preguntó Doraemon.
Intenté hablar, pero no pude, levanté el dedo índice en señal de un minuto, y me tumbé.
-Levántate, o te levanto.-dijo Kevin.
-Claro, en cuento me salga otro pulmón, ah no espera que no son como los dientes, lástima.
Se escuchó la risa de alguien, levanté la cabeza y vi a Picasso riéndose, se acercó a mí y me extendió se mano, la cogí y me incorporé.
-¿Ves cómo se hace?-dijo Picasso.
-Cállate.-gruñó Kevin, el cual nos fulminó con la mirada.
-Siento que mi muerte se acerca...
-Te va a matar a hacer ejercicio.
-Noooooooo, eso nooooooooo.
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Sin Identidad.
Azione¿Qué harías si una mañana descubres que tienes un tatuaje que nunca ha existido? ¿Y si descubres que no eres la única persona del mundo a la que le ha pasado eso? Mi nombre era Beatriz Campos, fui una chica normal hasta aquella mañana.