Segundo encuentro

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Segundo encuentro

-Hoy le cerré el pico a mi profesor de matemática aplicada, así que espero que eso me haga acreedora de una cerveza gratis- dijo Raven, nada más desplomarse sobre uno de los taburetes de la barra y mirando con una sonrisa expectante a Clarke.

-Ya te dije mil veces que, aunque trabaje aquí, no puedo regalarte cerveza cada vez que vienes- le respondió ella en un suspiro y rodando los ojos, mientras intentaba contener la sonrisa de burla que en realidad quería esbozar. Como encargada de la barra podría darle tragos gratis a todo el mundo sin que el dueño lo notase, pero era más divertido que su hermana creyese lo contrario y se ofuscara por ello.

Aunque no se lo diría, lo cierto era que estaba agradecida porque hubiese decidido pasar por el bar aquella tarde. Necesitaba que alguien le subiera el ánimo. No estaba teniendo un buen día y la clientela era escasa, de modo que tenía demasiado tiempo libre para divagar y cuando aquello sucedía terminaba escaqueándose de su puesto por unos minutos para fumar un poco de hierba en el depósito. Últimamente le ocurría seguido, y a sabiendas que si no lo controlaba el asunto podía irse de sus manos prefería distraerse de la tristeza de otras formas. En ese sentido, quien mejor que Raven.

-Se supone que eres mi hermana, ¿de qué me sirve que trabajes en el mejor bar de la universidad si no obtengo beneficios?- preguntó con ironía, al tiempo que cruzaba ambos brazos a la altura de su pecho y miraba a la rubia con los ojos entrecerrados. Sin inmutarse, la aludida continúo puliendo la madera de la barra. Pobre, así no asustaba ni a una mosca. Con el único que tenía resultado era con Finn, pero aquello se debía quizás a que era su novio.

-No conseguí este trabajo para darte beneficios- no trabajaba en Polis para servir cerveza gratis a Raven, aunque tampoco lo hacía por el dinero que, cabía resaltar, sobraba en su familia. En realidad era como una terapia, y una manera de seguir en contacto con el ambiente universitario luego de que decidiese abandonar sus estudios por un tiempo. Al principio intentó dedicándose pura y exclusivamente a la pintura, pero aquello incluía recluirse en un ambiente sereno y calmo que tan solo lograba estresarla aún más. En cambio en el bar, con la música, las peleas, las conversaciones con borrachos y alguno que otro ligue conseguía distraerse.

-Pues deberías- zanjó la morena, depositando, o más bien arrojando, un billete sobre la barra. Clarke rio mientras lo agarraba, para luego voltearse y buscar un vaso en el cual servirle. -¿Saldrás conmigo esta noche? Finn dice que consiguió entradas para la nueva discoteca que inauguran en TriBeCa- así, en menos de dos segundos, había cambiado drásticamente su humor y dejado de lado aquella pequeña riña, mostrándose sonriente y a la vez emocionada.

-Tengo que trabajar- respondió la rubia en un suspiro, dejando justo en frente de su hermana el vaso de cerveza y haciendo una pequeña mueca de molestia. Qué más quisiera que quitarse el delantal negro con el logotipo de Polis y elevar sus ánimos con una noche de fiesta en compañía de Raven, pero sabía que era imposible. -Desde que Harper se fue soy la única que puede encargarse de la barra, y Kane aún no logra encontrar alguien más-

-Es raro, vi el campus empapelado con sus anuncios- acto seguido, su hermana procedió a beber un sorbo de su vaso y a tendérselo con el propósito de que compartieran la bebida. Clarke negó con la cabeza, y es que aún tenía una larga noche por delante como para terminar borracha antes de que oscureciera. Además lo suyo eran las bebidas fuertes como el whisky o el vodka.

-Pues sí, pero una cosa es venir a Polis luego de las clases para beber algo y otra distinta para servirlos- explicó molesta, continuando con su tarea de acomodar vasos y botellas para así tener su puesto de trabajo en condiciones. Por mucho que aquel trabajo le sirviese para desconectarse los problemas, estas últimas semanas venían siendo agotadoras. Volvía a casa por tan solo unas horas para dormir y ducharse, porque el resto del día se lo pasaba tras la barra; de salir por las noches o tener tiempo para sí misma, ni hablar. Necesitaba alguien con quien compartir los turnos del día, y esperaba por su bien que ocurriese pronto. -De todas formas Ontari comentó que una amiga suya la llamó esta mañana preguntando por el puesto, pero no sé en que quedó ese asunto o si esta chica se puso en contacto con Kane-

Sucedió una noche viejaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora