Escapar.

Capítulo 3.

          

Miércoles 14 de junio del 2007

Hoy mi papá nos llevó a mamá y a mí a comer a nuestro lugar favorito, comimos hamburguesas con papas fritas, vimos el juego de fútbol. Mi padre le iba al equipo contrario y perdió, al ganar mi equipo salte de la silla y me puse a bailar como si no fuera a haber un mañana, papá y mamá solo reían mientras me veían bailar junto con todo el restaurante. Después de comer fuimos al lago cerca de la casa, todas las familias iban ahí para relajarse, platicar o solo ver el atardecer. Vi a papá y a mamá viéndose a los ojos, se ve que se aman mucho, la forma en la que papá la mira es... hermoso.

Sonreí al leer cada palabra de lo que había escrito hace siete años, todo era fácil en aquel entonces. Puse mi diario en abajo de mi almohada y trate de dormir. A las dos horas ya había conciliado en sueño y solo soñaba sobre cómo me pegaba y los golpes se sentían tan reales, me levante de golpe sudada y asustada por la pesadilla.

          

Faltaban tres horas para tener que levantarme, me quedé acostada hasta que ya no supe que pasó, hasta que sonó mi alarma a la misma hora de siempre.

Hoy era un día nublado y hacía un poco de aire, lo bueno es que ya estaba haciendo calor y un poco de aire y un día nublado no venían mal.

Agarre mis cosas y me dirigí al baño, espere a que el agua se pusiera tibia mientras me cepillaba los dientes. Cuando el agua estaba como quería me metí, todavía me dolían los golpes que mi padre me dio ayer. Me relaje abajo del agua un buen rato, "Hoy será un buen día" dije mientras me bañaba.

Al terminar, me cambié, me puse un pantalón de mezclilla y una blusa negra con unos tenis negros y me cepillé el cabello, hoy me sentía feliz y relajada, "¿Feliz?" pensé con el ceño fruncido, lo que importa es que hoy no tenía miedo a que mi padre me fuera a golpear o se enojara.

Baje a la cocina, hoy no le haré un omelet a mi padre, le haré algo diferente: pan tostado, huevos estrellados, tocino y jugo de naranja. Me sonreí a mí misma mientras agarraba las cosas necesarias para eso y me puse manos a la obra, mientras hacia el desayuno me puse tararear una canción que escuche hace unos días.

Termine de hacer el desayuno, tomé un plato y puse el pan tostado con mantequilla, el tocino y los huevos, puse el plato y el jugo en la mesa. Espere a que mi papá bajara, mientras esperaba, me puse a lavar los trastes sucios, secar los y poner los en su lugar.

Papá bajó, se sentó en donde estaba la comida, no me dijo nada ni me volteó a ver, solo empezó a comerse el desayuno. Luego de que se comiera la mitad, se levantó, me puse un poco nerviosa por si iba a pegarme pero solo me gritó "¡Estúpida, muérete, ya no te quiero ver más!" Di un paso para atrás, por si me fuera a pegar o algo. Tomó sus cosas y se fue al trabajo.

          

Después de que mi papá se fuera, puse los trastes en el fregadero y los lavé, todavía me quedaban unos diez minutos para que el transporte escolar llegara. Fui a mi cuarto, me puse maquillaje en los golpes, todavía me dolían un poco. Tomé mi mochila y me fui a la parada del transporte.

Me senté en una banca cerca de la parada y cerré los ojos sintiendo como el aire recorría mi cara y como mi cabello volaba con el aire, es la mejor sensación que puede haber.

El transporte llegó, fui la última en subirme, me senté en uno de los asientos de enfrente, hoy no quería escuchar música así que me puse a ver las casas, el paisaje que hay casi al llegar a la escuela, es increíble que casi nunca le presté atención al hermoso paisaje que hay por mi escuela, tal vez como siempre estoy pensando y cosas por el estilo nunca me di cuenta.

Fui a mi casillero y vi a Griselda con un chico, creo que es Alan, estaban platicando y riendo, se ven tan felices los dos, me recuerda a como mi mamá y mi papá se veían antes de que todo el caos empezara.

          

Caminé a mi casillero, está a dos casilleros de el de Griselda, todavía se reía junto con Alan, los vi, les sonreí y empecé a sacar mis libros. Al terminar, caminé a mi clase de química lento, hoy no tenía tantas ganas de escribir pero saqué mi libro y cuaderno y empecé a tomar notas sobre lo que la maestra estaba hablando.

A la mitad de la clase, tocaron la puerta, por la ventana pude ver que era el director con un chico, al parecer es nuevo porque nunca le eh visto aquí. La maestra fue a abrir puerta y el director entró junto con el chico y dijo unas cosas sobre hacer que el chico se sintiera cómodo y todas esas cosas que dicen.

El chico se presentó, se llama Isaac Damián Vega, es de una ciudad un poco lejos de aquí, es alto, cabello marrón lacio, ojos color miel y su tez morena clara. Se sentó enseguida de mí, le sonreí, me devolvió el gesto y seguí tomando notas.

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