NOVENTA GRADOS

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Dos polos opuestos, uno el día y otro la noche.

Ella decide hacer un cambio de ciento ochenta grados en su vida, él decide hacer un cambio de ciento ochenta grados en su vida.

La vida no cambió, el cambio fue de trescientos sesenta grados, todo quedó igual, salvo sus corazones.

Ella decide hacer un cambio de ciento ochenta grados en su vida, él decide hacer un cambio de ciento ochenta grados en su vida.

La vida no cambió, el cambio fue de trescientos sesenta grados, todo quedó igual, salvo sus corazones.

Ella, la oscuridad, ahora un ángulo de cuarenta y cinco, él, la luz, un grado de cuarenta y cinco, ambos complementarios buscando otro en el que sostenerse y formar un ángulo recto y perfecto de noventa grados.

"NOVENTA GRADOS"

NO AL PLAGIO NI ADAPTACIONES

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