Cada día más débil, sin saber donde esconderse, la luz no le daba calor y necesitaba oscuridad donde resguardarse de esa falsa luz. No la encontraba, tiempo pasó.
Decidió no parar hasta consegirla, su amada oscuridad.
ESTÁS LEYENDO
Noventa Grados
ContoGracias de todo corazón a @TusPortadas por crear esta portada. ¡Gran trabajo! Dos polos opuestos, uno el día y otro la noche. Ella, decide hacer un cambio de ciento ochenta grados en su vida, él decide hacer un cambio de ciento ochenta grados en su...
Él
Cada día más débil, sin saber donde esconderse, la luz no le daba calor y necesitaba oscuridad donde resguardarse de esa falsa luz. No la encontraba, tiempo pasó.
Decidió no parar hasta consegirla, su amada oscuridad.