Capítulo 3.

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Daniel bebió un nuevo sorbo de su copa de champán y suspiró. Le habría gustado poder tomarse una cerveza tranquilamente, pero allí no parecían tener otra cosa que no fuera champán.

Con desinterés jugó con la cartulina blanca que se encontraba encima de la mesa, marcando dónde debía sentarse cada persona: su mesa era la número siete.

—Hola, perdón... ¡Eres Daniel Jones!

Daniel levantó la vista creyendo que la muchacha que le estaba hablando se trataba de una fan, pero se quedó completamente sorprendido al observar frente a él a Tania Bayonne, una importante y reconocida cantante francesa. El chico se levantó, colocándose frente a la muchacha.

—Vaya, ¡y tú eres Tania Bayonne!

La chica rió cálidamente. Llevaba el cabello moreno recogido en un elegante moño y su piel oscura parecía brillar con luz propia.

—Te he visto sentado aquí y he pensado que debía venir a saludarte y también felicitarte por tu trabajo. Tu último disco me ha inspirado en muchas de las canciones que estoy preparando.

Daniel casi no se lo podía creer, ¿de veras le estaba diciendo eso?

—Muchas gracias, no sé qué decir. Tú siempre has sido uno de mis referentes musicales también.

Los dos rieron apaciblemente y Tania le dedicó una mirada coqueta y dulce.

De pronto un flash cegó a Daniel: un fotógrafo acababa de captarlos hablando, muy cercanos el uno al otro.
La interrupción tan descarada le molestó, pero aun así decidió que lo mejor sería relajarse. No quería enfadarse para luego pasar el resto de la noche irritado.

Tania lo miró, también algo avergonzada por el molesto fotógrafo.

—Es imposible mantener una conversación normal, ¿verdad?

—Eso parece —corroboró él.

La chica miró disimuladamente hacia la pequeña mesa vacía en la que habían colocado a Daniel y volvió a dedicarle una sonrisa muy luminosa.

—Me gustaría poder acompañarte esta noche, sinceramente. Las mesas son para dos personas, veo que tú estás solo y yo también, así que si no te importa...

Realmente era una gran idea, Daniel se dispuso a aceptar de muy buena gana cuando de pronto ocurrió algo que cambió el rumbo de la noche por completo.

—Jean, ¡no me he roto nada! No necesito que me sujetes así...

La voz de una chica hablando demasiado alto interrumpió a Daniel, que se giró hacia la pareja que se acercaba. El hombre, al que la muchacha había llamado Jean, la llevaba sujeta de la cintura, evitando que pudiera caerse.

—Cielo, quiero que te sientes y te relajes de una vez —miró la mesa con alivio—. ¡Ay, por fin! La mesa siete, ¡qué difícil ha sido encontrarla!

—Y tanto que difícil, me han colocado en la periferia, ¿se han creído que soy el rarito que da el tiempo en el canal diez?

Daniel advirtió que la muchacha que venía enfundada en un ajustado vestido blanco y subida en unos enormes tacones era Sky Gideon, la famosa protagonista de «La tierra de los Inmortales», una aclamada serie en esos momentos.
Sky se dejó caer pesadamente en la silla que un momento antes había ocupado Daniel. Llevaba dentro del Gran Teatro diez minutos y ya quería irse de allí de nuevo.

Tania se quedó con la boca abierta un segundo, y un instante después se acercó a Sky con una sonrisa falsamente amable en los labios.

—¡Sky, querida! ¿Cómo estás? Me parece que te has confundido de mesa, veo que hoy has decidido ofrecer más espectáculo que de costumbre...

Sky alzó la vista al oír esa odiada voz. ¿Por qué justamente tenía que haberse encontrado con Tania en ese momento? Ante la mirada atónita de Jean, de nuevo volvió a levantarse para ponerse a la misma altura que la cantante.

—¡Hola, Tania! Si hubiera sabido que aún te invitan a estos eventos te habría traído un detallito —le dijo mordazmente, fingiendo también una sonrisa—. ¡Te veo guapísima! Es más, incluso tu inglés está mejorando. ¡Pronto la gente podrá entenderte!

La voz de Sky era ligeramente pastosa aún, a causa del alcohol, pero las palabras eran agresivas, al igual que su mirada.
Daniel no supo dónde meterse en ese momento tan incómodo en el que se veía presente.

Tania frunció los labios con desagrado y sus ojos castaños se tornaron amenazantes.

—Te repito, querida, que te has confundido de mesa. Esta es la mesa de Daniel Jones.

—¿Y ese quién es? —respondió Sky, enarcando una ceja.

—Yo —murmuró Daniel, situado a unos pasos de las dos chicas.

Sky lo miró durante varios segundos, repasándolo completamente. Sus ojos azules iban desde su ropa informal pero elegante a su cabello despeinado y sus bonitos ojos verdes. De pronto su mente pareció reaccionar y activarse con un recuerdo al que no le había dedicado demasiado tiempo.

—Ah, eres el de la guitarrita y eso.

Daniel abrió mucho los ojos, sin saber cómo tomarse esas palabras, pero definitivamente se quedó perplejo cuando Sky siguió hablando, dirigiéndose a Tania.

—¿Te lo estás intentando ligar? Sabes mejor que nadie que no quiero ofenderte, Tania, pero cuando él nació tú ya te estabas graduando en el instituto. La gente hablaría, ya sabes... El talento no disimula la edad.

Pese a que Tania le había caído muy bien, Daniel no pudo evitar sonreír en su interior. Había oído y leído mil cosas sobre Sky Gideon, pero nunca hubiera creído que era tan directa y maleducada a la vez. Verla en persona le hacía corroborar que todo lo que había escuchado era cierto y eso tenía cierta gracia.

De pronto una fotógrafa se acercó, sonriendo.

—¿Podéis colocaros para una foto? Soy de la revista «teen stars».

Los tres artistas se acercaron entre ellos y Sky pasó el brazo por la cintura de Tania, como si fueran grandes amigas.
En cuanto la foto estuvo hecha se separaron rápidamente y Sky miró a la otra muchacha, como si la instara a irse de una vez.

Tania supo que esa vez no tendría nada que hacer y decidió finalmente retirarse de allí antes de seguir siendo humillada de nuevo.

—Al menos yo tengo talento —respondió, con inquina. Después miró a Sky de arriba abajo—. Por cierto, bonitos zapatos.

Sky sonrió de oreja a oreja y la despidió con la mano a la vez que decía alegremente «Au revoir!»
Daniel sonrió con timidez a Tania y le dirigió una mirada algo avergonzada por lo que acababa de ocurrir.

Finalmente ella se fue.


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⏰ Última actualización: Jan 27, 2017 ⏰

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