Tres contra Una

Uno

Corro lo más rápido que puedo para que no me alcancen, aunque es imposible ser más rápido que un vampiro pero podemos atacarlos con habilidad cuando aparecen por enfrente de nosotros, solo para demostrar que ellos son más rápidos y creer que no  tenemos escapatoria; pero mi trabajo no es huir sino atacar al que intente meterse con un vampiro de la realeza, sea la criatura que sea.

Sigo corriendo.

Aparece uno de mis rivales por un lado y me tira al suelo, me levanto rápido para luchar contra él, pero aparece otro vampiro por mi espalda, por lo que lucho contra los dos; le lanzo una patada en el pecho a uno de ellos, y este se aleja un poco, lo cual me da tiempo de deshacerme del otro hasta dejarlo en el suelo, agarro un puño de tierra, y se la lanzo en la cara al chico que se apartó de mi, este cierra los ojos, por lo que aprovecho para dejarlo en el suelo, y volver a echar a correr.

Ya estoy llegando a la salida del bosque cuando escucho pasos acercándose entre los arbustos por lo que me preparo para otra pelea.  Aparece otro de los vampiros que me golpea y caigo al suelo, me levanto y lo intento golpear pero él esquiva mi golpe lanzándome otro, esquivo el suyo también, volviendo a lanzar mi puño y esta vez acertando en el blanco. El chico se lanza encima de mi tirándome sobre la hierba.

- Esta vez no voy a permitir que ganes Eileen -dice sujetándome.
-Eso es lo que tú crees -le digo zafándome de su agarre. 

Tomo una piedra entre la hierba y lo golpeo en la cara, luego en la entrepierna y para terminar en el abdomen con el codo. Me levanto y sigo corriendo, hasta que por fin llego a la salida del bosque.
Tengo la respiración agitada. Saco de mi cinturón la bandera de mis contrincantes y la muestro ante los demás jugadores. Algunos aplauden otros permanecen sentados observándome con odio, porque volví a ganar.

-Excelente Eileen, es la sexta vez que ganas -dice mi instructor. 
Tomo mi chaqueta y mi toalla caminando hacia la academia de Vampiros.

En la entrada esta Roxy sentada en el muro esperándome. Ella es una Wolf (Mujer lobo) y aunque hay paz entre los Wolf y los Vampiros, prefieren no mezclarse entre sí, mejor cada quién en su espacio.

-¿Que estás haciendo aquí? -le pregunto amistosamente acercándome a ella.

-Hola, quería hablar contigo.

Además no está prohibido que una Wolf venga a la academia de vampiros a ver a una Darckwill -dice con una sonrisa en su rostro.

Y sí, tal como lo dijo ella, soy una Darckwill, una especie de humanos con poderes, fríos para también formar parte de los vampiros lo cual es una ventaja para nosotros los Darckwill, ya que no causamos problemas graves como para crear una guerra con alguno de los reinos, como lo han tenido los Wolf y los Vampiros tiempo atrás.
 
El reino que genera problemas entre estos otros dos  son los Vampwolf, que nacen de la unión de un vampiro y un lobo. Es un reino extraño pero existe y aunque son hijos de dos reinos muy diferentes, solo pueden heredar uno de las dos especies, puede ser lobo o vampiro, depende de la forma de ser.

Formo un pequeña sonrisa en mis labios -¿De qué quieres hablar conmigo? Espero que sea bueno.

-Lo es. Te vengo a invitar a una fiesta esta noche ¿Que dices?

-Lo siento pero hoy no puedo, tengo guardia con el príncipe hasta mañana.

-Ah cierto, debes trabajar, bueno ya qué. Oye ¿y cómo te fue hoy en el entrenamiento de Tres contra Uno que contigo es Una?

-Igual que siempre.

-Fue una victoria dura.

-¿Por qué lo dices? -digo levantando una ceja y mostrando mi cara de confundida.