Tres contra Una

Seis

Toda la primera clase fue sumamente aburrida, la profesora no dejaba de hablar de sus historias, mientras yo sólo podía ver por la ventana y mirar a los chicos jugar fútbol. Muchas personas dirían que los vampiros no pueden jugar fútbol ya que son demasiado rápidos, pero les sorprendería lo increíble que es. Nuestro equipo "Ascendente" se está preparando para un campeonato muy importante para la academia, pues si ganamos, los chicos jugaran en los mundiales, lo que significa patrocinadores para la academia.

Por fin suena la campana y a mi suerte nuestra siguiente clase es de hora libre, así que puedo ir a la biblioteca pero antes al campo a buscar a Zein.

Camino hacia mi casillero para guardar mis cosas e ir al campo, pero antes de llegar alguien me choca por detrás haciendo caer mi bolso, pero para lo que es peor la persona sigue caminado como si nada y ni siquiera se disculpa. Levanto la vista para ver a la persona y entiendo por qué no se disculpa.

-Creo que se te cayó el bolso -dice Layla con una pequeña sonrisa en sus labios y la mirada fija en mí.

-Sí, así parece. Lo que pasa es que hay ciertas chicas que tienen el celebro tan diminuto como el de una ardilla, que usan tacones de aguja cuando ni siquiera saben usar zapatillas, pero bueno que se puede hacer -coloco la misma expresión que ella tenía antes de que le respondiera hace un minuto. Sigo mi camino hacia el casillero dándole la espalda a Layla.

-¿Sabes que es realmente triste? -dice caminando detrás de mí.

-¿Que? -guardo la cosas en mi casillero sin volver a cerrarlo y le doy la cara a Layla.

-Que Thravis haya faltado a la cita contigo por quedarse conmigo, claro quien lo puede culpar, solo se le olvido ¿no?

-Sí, pero no te preocupes no hay por qué estar triste, ¿te digo por qué? -me tomo un momento para seguir hablando -porque yo tampoco asistí a la cita, a mí también se me olvidó porque estaba con Zein -¿Por qué le dije eso? ¿Que me pasa?

-Así que con Zein, interesante, ¿y Thravis sabe eso?

Genial ahora ese va a ser el chisme del año -No, no lo sabe, pero si quieres puedes contárselo no hay problema.

-Vale, si tú insistes -Layla está disfrutando mucho esto, pero yo no tengo nada de qué preocuparme, yo soy libre de hacer lo que quiera.

-¡Hey! -dice Thravis acercándose a nosotras todo sudado -¿Todo bien?

Layla me mira fijamente con su gran sonrisa de oreja a oreja, pero aún con eso yo digo la verdad:

-Layla me estaba contando la razón por la que ayer no asististe al entrenamiento, pero ya tú me contaste así que no tiene caso que ella me lo vuelva a decir -miro detrás de Thravis y veo la sombra de alguien venir hacia nosotros. Thravis intenta decir algo pero alguien se le adelanta y lo interrumpe.

-¡Hola preciosa! ¿cómo estás? -me dice Zein mientras Thravis y Layla lo ven asombrados.

-Hola, estoy muy bien gracias. Oye te estaba buscando, ¿tienes hora libre ahorita verdad?

-Sí, vengo de educación física así que tenemos hora libre, ¿por qué? -Todos me miran como si fuera a pedir algo malo.

-Es para que vayamos a la biblioteca a buscar los libros para investigar sobre lo que te hable ayer, ¿recuerdas?

-Ah sí, claro. Bueno déjame ir a mi habitación primero y vamos ¿vale?

-¿Quieres que te acompañe? Así te devuelvo el favor -le sonrío.

-Está bien, vamos. Nos vemos más tarde chicos -le dice a Thravis y a Layla mientras yo cierro mi casillero.

Thravis intenta decir algo, pero Layla se adelanta y contesta: -Adiós, diviértanse -agarra a Thravis de la mano y se lo lleva por el pasillo en sentido contrario al de nosotros.

Zein y yo caminamos hasta su habitación. Yo esperé afuera mientras él se duchaba y se arreglaba. Bajamos al primer piso, hacia la biblioteca, donde nos mandaron a callar varias veces ya que a cada rato nos estábamos riendo muy fuerte. Buscamos un montón de libros, pero al final solo llevamos cuatro.

-Bien, ahora tengo que llerlos y luego probarlos en el bosque -le digo a Zein.

-¿Lo harás tú sola? -me pregunta acercándose a mí despacio.

-Bueno pensé que deberíamos leerlos los dos juntos y al mismo tiempo practicarlos, creo que así sería mucho mejor -intento no moverme y me pierdo en sus ojos azules.

-De acuerdo, preciosa -forma una pequeña sonrisa en sus labios -Los leeremos más tarde en el bosque, tú buscas a Zeus y yo llevo uno de los libros. Ahora ya vámonos o llegaremos tarde.

-Sí, vamos. Tengo que avisarle a Thravis que me llevaré a Zeus.
-Bien, yo llevare los libros a mi cuarto y te veo más tarde.

-Está bien, te veo más tarde -digo y una sonrisa involuntaria se forma en mi rostro que hace que él también sonría.

-Adiós preciosa -me da un beso en la mejilla y desaparece por el pasillo.

No dejo de pensar en mi cercanía con Zein mientras estoy subiendo las escaleras al tercer piso, cruzo la entrada del pasillo y mis ojos se encuentran con una pareja besándose... son Thravis y Layla. Todos los demás están gritando y riéndose, camino hacia Thravis sin prestarle atención a la gente abrirme paso hasta ellos, ya frente a la parejita los ojos de Thravis se encuentran con los míos.

Alguien entre la multitud se burla de mí -Miren llegó la guardiana de Thravis, cuidado -todos comienzan a reírse más fuerte que antes, pero aún así no dejo de ver a Thravis quien se acomoda poniéndose en frente de mi.

-Ey no es lo que piensas, yo te lo explico -dice Thravis un tanto nervioso.

-¿Que pasa Thravis? ¿Por qué le das explicaciones a esa? -habla la gente.

-¡Ya cállense! -grita Zein a la gente al lado de nosotros.
-¿Estás aquí? Pero...

-Venía en las escaleras y escuche tu nombre, ¿qué está pasando? -Pregunta Zein.

-No es tu problema -responde Thravis.

-¿Oye que te pasa? -le pregunto a Thravis enojada -entre nosotros no hay nada, tú no tienes que darme explicaciones de nada, yo solo soy tu guardiana y podemos decir que tu amiga, así que no me expliques nada. Además, Zein solo se preocupa por mi -Todos se quedan en silencio -Yo solo vine a preguntarte si podía sacar a Zeus a pasear después de clases, eso es todo.

Thravis se queda en silencio mientras todos lo observan, pero al cabo de un tiempo responde -Claro, puedes pasear a Zeus cuando quieras Ey, y mejor hablamos de esto luego, sin toda esta gente.

-Bien. Ah y otra cosa Thravis -la gente me mira y es cuando me doy cuenta que debo ser formal en este momento -Disculpe, Príncipe Thravis, no tendremos entrenamiento el día de hoy, y ahora con su permiso me retiro.

-Basta Ey, no hagas eso, odio que me llames así... -se acerca un poco más a mí, pero la campana suena, evitando que él pueda seguir hablando.

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Otro capítulo, espero les guste XOXO

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