Mi tía no duró mucho tiempo viendo la TV. El sueño fue su enemigo en esta instancia. Ella es la que siempre se queja de mí porque nunca termino de ver la serie, pero ella hace lo mismo varias veces.
No la quise despertar, así que durmió en el sofá plácidamente durante toda la noche, lo sé porque a la mañana siguiente seguía en la misma posición. Si no hubiera escuchado un ronquido de su parte hubiera pensado que estaba muerta.
Tuve que despertarla ya que después me había dicho que tenía que ir a hacer unas compras para la casa, y si no las hacía hoy no sé qué comería cuando llegara.
Al ya tener la conciencia limpia con haberla despertado me encaminé hacia el colegio. La verdad es que con solo pensar en que Julia me esperará para preguntarme sobre Max no me emocionaba la idea. Estuve planeando una forma para poder evitarla, pero me fue imposible llegar a una respuesta, ella está en mi curso, se sienta justo a mi lado y es la única amiga que tengo aparte de la floja de mi tía.
Entre tanto pensamiento que me abundaba, no me di cuenta de lo rápido que había llegado a la escuela. Con solo levantar la cabeza y el ver el cartel gigante que decía Valentín School me arruinó la mañana. Una mano en el aire hizo que desviara mi vista hacia ella, seguido de eso vi la cabellera roja y la gran sonrisa de todos los días gritando mi nombre.
— ¡Vale! —Me gritaba Max. Muchas chicas lo observaban al entrar, pero la mayoría ya se había acostumbrado a los saludos enérgicos de Max.
Apresuré el paso hasta llegar junto a él.
—Buenos días —Le dije con una sonrisa. Al menos no todo era tan malo en la escuela. El solo tener una sonrisa dedicada a mí con sinceridad me alegraba la penosa mañana.
—Valeria —La voz de Julia se hizo presente a mis espaldas devolviendo la preocupación que hace tan sólo segundos había olvidado.
Me di la vuelta y levanté ligeramente mi mano—Se saluda antes —Le dije, pero ella arrugó la frente dándome a entender de que no estaba con juegos. Bajé lentamente la mano al ver que no me iba a saludar. — ¿Qué pasa?
—Ayer no me dijiste nada después de lo que pasó —Se cruzó de brazos.
—El que me castigaron por tu culpa... —Dije flojamente pero ella me volvió a fruncir el ceño. —Oye —Di un suspiro —Si es sobre lo de Max, de verdad no sé de qué hablabas. Siempre estoy con Max, así que me digas Te vi con Max suena tonto —Le dije finalmente. Yo si sabía a qué se refería, pero no quería sacar el tema tan temprano.
—Contigo no voy a llegar a ninguna parte —Dijo negando con la cabeza. ¿Cómo que no llegaré a ninguna parte?
Caminó hacia Max quedando frente a él. Max el cual había permanecido callado todo este tiempo la miraba un poco confundido.
—Max, dime la verdad ¿Le diste un beso a Vale?
Yo miré hacia otro lado enojada ¿Que le importaba lo que hiciera con Max?
—Si... —Le respondió un poco desconfiado. Julia abrió grande los ojos y se volteó rápidamente quedando frente a mí con una sonrisa
— ¡Perdiste! —Me dijo emocionada. Yo abrí la boca y negué con la cabeza.
— ¡No he perdido!
—Si perdiste. Le diste un beso
—Eso no tiene nada que ver, la apuesta era de que no me iba a enamorar de él —Le respondí enojada
—Pero igual le diste un beso
—Yo no se lo di, él me lo dio a mí
—Pero igual te gusta -Formó una sonrisa burlona
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Siete razones para no enamorarse ©
Novela JuvenilValeria está harta de que su amiga Julia le diga que debe enamorarse. Las disputas familiares no la han dejado creer y es por eso que, en un acto de enojo, le dice a su amiga que hará una lista para probar que enamorarse es malo. Cuando está leyendo...