*Victoria*
-Necesito que vengas a mi casa ahora- dijo Jinnea con un tono autoritario cuando le respondí el teléfono que nunca antes había escuchado en ella.
-¿Paso algo malo?-pregunté con intriga cuando ordenó prácticamente eso, la sentí sonreír, tantos años de amistad hacen maravillas en las personas.
-Tu solo ven- dijo y colgó. Mire el móvil confundida y luego el desorden que reinaba en mi habitación. Había cosas de Louis ahí, lo que me llevó a pensar que ya había llegado de París. Suspire al vacío y me salí de la cama. Me puse unos jeans gastados, las vans y una remera holgada blanca. Luego de lavarme los dientes, la cara, las manos y peinar decentemente mi cabello, salí del cuarto. No desayune, lo haría con Jinne.
Tome el bus que me dejaba a unas cuadras de su complejo de departamentos, llame al portero y la puerta se abrió segundos después. Tome el elevador y en el pensaba que era lo importante que requería ese nivel de urgencia. Llegue a su piso y esta me esperaba en la puerta del ascensor. La mire sorprendida y pidiéndole una cuerda explicación. Esta me abrazó y sonrió. Me llevo a su departamento como una niña lleva a su madre a la juguetería cuando le gusto algo. Al entrar me dedico una última sonrisa y alli pense que se me había vuelto loca.
-Jinnea que demonios...-mire a la sala, la pequeña y rectangular sala de mi amiga. Allí, en carne, hueso y latiente estaba Angelica Lucket de la mano de Anne- pasa-concluí dejando salir unas lagrimas de mis ojos- maldita desgraciada como te extrañe- dije y ella se me lanzo para abrazarme.
Lloramos y lloramos a más no poder, pensaba que nos ahogamos en nuestras lágrimas. Cuando nos compusimos, ella me conto todo y como había vuelto a nosotros. No quería soltarla, habían sido los peores meses de mi vida sin ella, la falta que hizo. No quería dejarla ir asi como asi. Desayunamos las cuatro juntas, durante ese rato Angie me pidió que la acompañara a Sony Productions, la disquera de los chicos para hablar muy serio con Malik. Por supuesto que accedí y mientras me contaba cómo era vivir rodeada de abuelos ya en situaciones terminales, tomamos el metro hacia el centro de la ciudad. Volvió a emocionarse con el Gran Reloj, sonreía a todo lo que le resultaba familiar, hasta ver la avenida y el gran centro de producciones de música y vídeo repleto de fans y de paparazzis esperando alguna novedad. Nos miramos algo preocupadas de que sea demasiado tarde. Nos encaminamos a la puerta trasera del lugar donde nos esperaba Harry.
El castaño no lucía tan sorprendido de vernos juntas, pregunte y me comentaron que ya se habían visto la tarde anterior. Me lamente para mis adentros haberle negado la compañía a Anne en ese momento. Angie estaba más radiante y llena de energía que antes; a cada paso que dábamos me comentaba lo nerviosa que estaba, la tome de la mano para tranquilizarla e irrumpimos en la gran sala de conferencias de cristal en donde estaban reunidos los miembros restantes de la banda, Simon, Matthew el productor amigo de Angie y Marcus uno de los miembros de la dirección.
Louis cuando levanto la mirada me vio primero a mi.-Victoria que...- supongo que la misma reacción tuve yo cuando llegue a lo de Jinnea horas antes. Cuando vieron quien estaba a mi lado no querían creerlo, lo supe por la manera que la miraban- diablos pasa aca?- concluyo mi novio y mire a mi amiga.
Esta sonrió con cariño- Me voy unos meses ¿y ustedes ya quieren decepcionarme?- sacudió la cabeza en negación sin borrar su sonrisa- esperaba mas de ustedes cinco caballeros- concluyó y los cuatro muchachos restantes se lanzaron a ella. El único que logró abrazarla realmente fue Tomlinson, los demás Niall, Liam, Zayn hasta Matthew tuvieron que conformarse con darle pequeños besos sobre la coronilla porque el castaño no la dejaba ir. Simon no salía del shock y Marcus actuaba como si ya supiera algo del tema mucho antes de que pasaramos por esas puertas. Nos unimos a ellos con Harry, la verdad es que no les dio tiempo a preguntar qué había pasado.-Tenemos otras cosas que atender- dijo mirando a Zayn- tu vienes conmigo un segundo- dicho esto, sostuvo al moreno por la muñeca y lo arrastró con ella a la salida vaya uno a saber donde. Mi atención se posó en mi novio que no podía con sus lágrimas. Me abrazó y siguió llorando, pidiéndome que le contara lo que sabía de todo eso.
