*Capítulo 7*

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Hacia repiquetear mi lápiz sobre la mesa de granito del patio de la facultad, esperando que Thiago salga de su examen final. Si pasaba, se iba con la carrera echa, si no, igual se iba con una metería pendiente, de igual manera se iba. Pero quería que se fuera echo y derecho.
Salió estrechando su mano con una sonrisa, el profesor le palmeo la espalda y le tendió sus papeles, había pasado.
Se acercó a mi con una mueca de melancolía más que una sonrisa que antes adornaba su rostro.
Lo abrace y el me correspondió.
-Gracias- dijo y apreté más. El rodeo más mi cintura y beso mi cabello.
-Felicidades lindo- contesté soltandolo y el acarició mis mejillas.
-Te voy a extrañar demasiado- dijo y fui fuerte para no llorar.
Fattie y Guille aparecieron a felicitarlo y los deje.
Junte mis cosas y me colgué la mochila al hombro. El me miró y tendió su mano hacia mi para que la tomará.
Correspondi a su gesto y me puse a su lado.
Mi amiga me acaricio el brazo y me abrazó luego. Le correspondi también.
Me dijo que luego iría a rezar por Angélica y me uní al gesto.
Mi novio pasó su brazo por mis hombros y me acercó más a el. Beso mi frente y siguio hablando con Guille de no se que.
-Alguien sabe algo de Julie?- pregunté de sopetón y mi amiga río.
-Está por compartir en dos semanas- respondió ella y asistí.
-Saben algo de Vicky?- pregunto Guille y lo miramos- fui a buscar un libro que le preste para su examen y no estaba en su casa en ningún horario corriente- aclaró y negamos con las cabeza y muecas.
-Capaz la rapto Louis- bromeó Thiago y lo golpe levemente.
-No creo que le haya echo falta- continuó Fattie y no hice más que reirme con ellos.
Decidimos que era lindo ir por unos cafés los cuatro y luego pegarnos un paseo por Angie.
Fuimos compartiendo novedades de última semana por el camino. Los chicos ya tenían todo listo para irse a New York y estaba muy feliz por Fatimma. Al fin una buena para la más querida.
Compramos claveles rosas, pasamos por nuestra amiga, saludamos a su memoria y volvimos cada quien por su lado luego de un gran abrazo.
Thiago me acompañó a casa y se excusó de que tenía que ir a preparar sus cosas para el viaje. Salía en dos días.
-Vendré a cenar si quieres, podemos hablar con los demás, lo que quieras- dijo atropelladamente y reí.
-Esta bien, podemos salir también del lugar- y sonrío.
-Me gustaría- contestó y beso mis labios.
-Te llamó en un rato para pasar por allá- dije y asistió
-De todas maneras vendré a buscarte y lo sabes- contestó y asistí. Era atento. Antes de que yo terminará de arreglarme, el ya estaría en la puerta.
-Te espero entonces- dije y subí a mi piso sin antes de regalarle un beso.

~Thiago~

Metí mi último pilar de libros dentro de las caja.
Suspire, en mi cuarto con las guitarra estaba Niall Horan. Era gracioso porque en casa no los soportaba, mi hermana gritaba constantemente sus nombres por todos los pasillos y ahora éramos amigos.
Mire mi cuaderno y el trozo de papel que había dejado Angélica Lucket para mi. Era raro el sentimiento hacia ella. No había entendido porque a mi, luego me enteré que les dejó a todos nosotros, pero aún no la había leído.
Niall paro con las notas del instrumento y me chasqueo la lengua.
Me volvi a el y sonreí.
-Lee amigo, esa chica era especial, seguro es sencillo lo que te pide a ti- comento y reí.
La despliegue y comencé a leerla.

~con cariño, Angie.
Pd: que Jinne no lo sepa porfa, ella es más fuerte de lo que parece, pero se rompe también con esa magnitud~
Mi mamá me había dicho que llorar es de hombres también y acá estaba yo, llorando por una amiga que nunca llegue a querer como ella la quería, con un músico que era más humano que cualquiera.
La cerré y pase mis manos por los ojos.
-Jinnea- dijo Niall y sonreí con orgullo.
-Volveré por ella Niall- dije y río.
-Lo sabemos y ella sabía también.- contesto- te hago un café?- pregunto y negué.
-Quede con la chica más linda de Londres- el aplaudió como todo un niño orgulloso de su amigo.
Estrechamos manos y me abrazó.
-Un placer haberte conocido Vega- dijo
-El placer fue mío Horan- contesté.

*Querido Thiago:
Primero que nada, cuida de Jinnea, ella es mi más preciada pequeña cosa...
Angelica Lucket*

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