Kim & Cho World

Simplemente Te Quiero...

Después de ver la peli de "Me estás matando Susana" se me ocurrió esto, espero que les guste...

Gemidos resonaban a través de aquella habitación, donde dos personas se entregaban a sus pasiones más bajas, dos personas que parecían amarse.

El olor a sexo inundaba aquel departamento, donde la ropa estaba desperdigada por doquier y varias cosas estaban fuera de su sitio.

Kim Jongwoon, quién en ese momento llegaba del trabajo, entró en el lugar sintiéndose un idiota. Caminó hasta la que se suponía era la habitación que compartía con su esposo; cada que se acercaba los gemidos se escuchaban más y más altos, abrió la puerta despacio encontrándose con una imagen que hizo que su corazón se rompiera.

En SU cama estaba su esposo con el cuerpo perlado en sudor mientras un desconocido entraba una y otra vez en él.

— ¡Ahhh! ¡Mierda! ¡Más! —escuchó Jongwoon la voz suplicante de su esposo, quien arqueaba su espalda y rasguñaba la musculosa espalda del desconocido.

El extraño hizo caso y aumento las estocadas dando en aquel punto dulce dentro de su esposo.
— ¡Siwon! ¡Ahggg!!! —gritó su esposo perdido en aquel placer.
— ¡Kyu!!! ¡Tan estrecho!!! —gruñó el desconocido, dando estocadas mucho más rápidas.

Jongwoon trato de hablar para que notaran su presencia y dejaran de follar pero no pudo, su voz no se atrevió a salir y sus ojos se llenaron de lágrimas, cerró la puerta y camino como autómata fuera del departamento.

Salió de su edificio y tomó un taxi para ir al departamento de su hyung, aquel que siempre estaba para él. Mientras iba de camino, pensó de nuevo en su esposo, aquel castaño de mirada fría y personalidad parecida a la de un demonio.

Al llegar a su destino pagó el taxi y bajó, sintiendo el viento chocar contra su rostro haciéndolo sentir acompañado. Entró al edificio y subió al décimo piso y toco el timbre en la puerta diez.

— Jongwoon que... —soltó Hangeng un poco sorprendido de ver al amigo de su novio allí.
El pelinegro abrazo al chico frente a él y comenzó a llorar, dejando más curioso al chino que lo hizo entrar en el departamento sin soltarlo.

Se sentó en el sofá con Jongwoon entre sus brazos y dejó que se desahogara al igual que a un niño que ha perdido su juguete favorito.

— ¿Qué pasa, Han? —preguntó Heechul acercándose a su novio que tenía sobre sus piernas al débil Jongwoon.
— No lo sé —murmuró Hangeng dando leves palmadas en la espalda del pelinegro. Heechul se acercó y comenzó a acariciar los azabaches cabellos de su pequeño amigo.

— Todo esta bien, Yesung —soltó Heechul. — ¿Qué paso?

El nombrado se separó del chino y tomó asiento junto a él, Heechul se puso del otro lado.
— Lo siento, no quise interrumpir —dijo Jongwoon notando que su hyung solo vestía una camisa que pertenecía a Hangeng, su novio.
— Esta bien Yesung-ah, ¿nos dirás que paso? —soltó Hangeng causando que los ojos negros del menor se llenaran de lágrimas.

— Kyuhyun... él... me... engañó... —murmuró Jongwoon sintiendo un nudo en la garganta.

Heechul y Hangeng se miraron entre sí y el chino abrazo a un lloroso Jongwoon.

— Maldito demonio —gruñó Heechul parándose. — ¡Lo mato! —iba a echarse a correr pero una pequeña mano lo detuvo.
— No lo hagas hyung —susuró el pelinegro. — Sólo quédate conmigo...

Heechul se sentó a regañadientes y abrazo a Jongwoon, quién había comenzado a llorar nuevamente. Después de una hora, por fin se había quedado dormido y Hangeng lo cargo en brazos hasta la habitación.