Sin Destino : El Hades

Ardor

Isabelle

Luke me trajo el desayuno de esta mañana, parecía totalmente calmado como sino supiera que en cualquier momento seria libre.

—¿Lista para irte? —me pregunta en un susurro.

—Para irnos —le corregi y mordí de mi sándwich.

—Te traeré, lo necesario en la hora de comida .

Salió de la habitación antes de decirle que si entendía que nos iríamos juntos, una parte de mi quería que Luke fuera feliz, que entendiera que no iba a estar solo, no cuando estuviera conmigo.

Termine el desayuno y estuve aburrida la mayor parte de mi mañana, solo me perdí en mis pensamientos y como dije aburrido, entonces un fuerte dolor surge.
 
Toque mi herida aun sigue ardiendo, pero con menor fuerza era como el mismo fuego se apagará lentamente en mi interior.

Para la 1:30 pm Luke trajo mi comida en una bandeja.

—¿Como te sientes? —pregunto debía verme fatal para que lo preguntara.

—Me he sentido mejor —respondí.

El asintió.

—Dentro de la sopa hay una memoria con toda la información que te dije escondela—informo.

Antes de que huyera como en la mañana lo tome de las muñecas justo a tiempo antes de que no alcanzará ¡malditas esposas!

—Tu también vas irte conmigo Rubio —dije suavemente —,y esta vez no mas traiciones.

Deslice mi mano hasta la suya .

—Te extrañe —logre decir.

Lo que ocultaba esas palabras era, por favor no te vayas, no me dejes quédate conmigo.

—Ya lo sabía —una sonrisa ladeada pareció en él pero desapareció rápidamente, soltó su mano de la mía —. Regreso a las seis por ti.

Y se vuelve alejar de mi.

Llevo una cucharada de sopa a mi boca siento la memoria acercó una servilleta a mi boca y la escupo, deslizó lentamente la servilleta y la pongo en mi chaqueta, donde estará salvo al menos por ahora.

Mire el reloj hasta que esté marco las 4 de la tarde.

—Dos horas mas ¿Qué pude salir mal?

Media hora despues Mer entra a mi habitación está enojada se le puede ver siento que en cualquier momento saldrá humo de sus orejas.

—No me agradas —suelta.

—Ya somos dos —espete
 
Obseve en sus orejas tenia puesto mis pendientes supongo que no se han dado cuenta para que sirve ¡Gracias a los dioses!

—De verdad sólo te vio una vez ¡una vez! y se volvió a enamorar de ti aunque diga que no ¡Demonios! —parecía era como una bomba de tiempo a cinco segundos de explotar—. Tu eres la maldita llave para que todo esto funcione.

—¿Qué? —pregunte confundida.

De repente viene hacia mi y tira de mi vendaje.

—¡Eh! ¿Qué te pasa? —grite, trate de soltarme de las esposas aunque era imposible.

—Me harté de esperar —contesto.

Eso no podía ser bueno.

—¡¿Dónde esta Luke?!

—Él no sabe que estoy aquí y no creo que te escuchen —replicó.

—¡Perra!

—Eso ya me lo dijiste —recordó Mer —. Intenta un insulto nuevo.

Mer saca una jeringa enorme de su bolsillo que contiene una sustancia de color rojo con negro ...espera ¿está en llamas? Quita la tapa y ¡Dioses! Esa cosa no iba a llegar a mi, tenia que impedirlo así que me empecé a mover y gritar como loca.

—¡Estoy herida no puedes hacer eso!

—En si esta cosa debería curarte tambien —informo, trato de sujetar me para mantenerme quieta pero no podía dejar de moverme.

—¡Mer! —grita alguien.

Luke esta aquí. Antes de que alguno de los dos pudiera hacer algo Mer tomo la oportunidad y clavo la aguja en mi brazo.

Por unos momentos me quede petrificada, el rostro de Luke había perdido color y Mer sonreía, entonces el ardor recorrió mi cuerpo.

Grite tan fuerte que podría haberme quedado sin voz.

Luke toma mi rostro entre sus manos, se veia pálido, totalmente preocupado y asustado. Estaba asustado de perderme.

—Todó va estar...

El dolor fue demasiado asi que decidí cerrar los ojos.