Cuando nació le pusieron por nombre Enma. Era la tercera hija de un hombre y una mujer que pensaron que jamás podrían tener hijos, sin embargo allí estaba ella junto a sus hermanas. Los días eran gloriosos y divertidos. Trabajaba junto a sus padres a temprana edad, pero siempre sonreía. Y pronto llegó a ella otra hermana, y otra, así hasta que fueron ocho.
Enma solía ser buena y simple. Siempre compartía lo que tenía con quién lo necesitaba, y nunca faltaban unas buenas palabras de su parte.Todo el mundo la conocía y quería, pero sus días de jubilo cesaron.
Sus padres fueron acusados de hacer pactos con el diablo para conseguir tener descendencia, y todo el mundo se puso en contra de su familia.
Sus padres murieron en la horca acusados de los pactos, y a cada hermana se le acusó de un hecho.
Ella empezó a robar dinero para conseguir su libertad, pero fue descubierta y tratada como Avaricia, condenándola a morir como sus familiares.
Pero ella no murió, no del todo. Los humanos la habían llamado Avaricia, y así la apodaron a donde ella llegó, el Limbo. Dios le puso un nombre, Mammón, como uno de los siete príncipes del infierno, más concretamente el de la codicia.
Desde aquel momento Enma dejó de compartir y de ser buena, para ser tan solo una con su nombre.
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Cuando los pecadores lloran.
FantasyEn un mundo por debajo de los sueños, allá donde los ángeles temen llegar, existen ocho reinos gobernados por ocho hermanas que un día decidieron olvidar. Cynthia estaba destinada a cargar con un símbolo que había pasado de generación a generación...