El Regreso [Eldarya]

Susceptible

Los gritos atravesaban las paredes y se quedaban resonando es sus oídos, la gente corría de un lado para otro, los más veteranos intentaban mantener la cabeza fría al tiempo que se encargaban de dirigir las acciones de los mas jóvenes o con menor experiencia, algunos las obedecían inmediatamente mientras que otros dejaban llevarse por la ansiedad y el miedo.

Su cuerpo se sentía pesado, pero debía ayudar a los demás. No era momento para dudar. Con ese pensamiento en mente camino con paso veloz a recoger el arma que mejor manejaba mientras observaba como algunos de los miembros se apresuraban para llevarse a los civiles hacia algún otro lugar que pudiera ser mucho más seguro que aquel en el que se encontraban ahora.

Rápidamente otros miembros lo arrastraron hacia el exterior de las murallas donde se necesitaban más tropas. Parte del grupo con el que estaba recibió una lluvia de flechas que fue a parar donde sus armaduras no cubrían y se derrumbaron delante suyo...algunos agonizando al tiempo que suplicaban ayuda, otros no reaccionaron y para otros había sido letal. Las hierbas, antes verdes, se cubrieron de una mancha carmín intenso que se expandía exponencialmente a sus pies, repentinamente notó un intenso dolor, una de aquellas había ido a parar cerca de su clavícula, otra estaba justo en su brazo y una última en la región del tobillo. Fue entonces cuando comprendió que la sangre a sus pies no era solamente de sus compañeros e inmediatamente después cayó al suelo, quizás así dejando escapar sus últimos instantes de vida...

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Había sido un día extrañamente agotador, los hombros le pesaban aunque fuese científicamente imposible, se moría de ganas de entrar a su cierto y cerrar de un portazo como si ese simple gesto pudiese alejarlo del trabajo constante al que estaba sometido prácticamente todos los días desde la llegada. Aun así debía continuar con algunas de sus actividades y entre ellas debía de ir a ver a Ewelein para avisarle de que no podría tener todo lo que le había pedido a tiempo, por eso estaba dirigiéndose a donde estaba situada la enfermería en la actualidad, con la esperanza de que no estuviese ocupada y pudiese hablar con ella rápidamente para marcharse igual de veloz, no le gustaba quedarse demasiado en ese sitio.

–¿Ewelein?

–Ahora mismo está ocupada con uno de los pacientes –.Revelo una suave voz a sus espaldas.

– ¿En qué habitación? –. Pregunto girándose sobre sus talones para encontrarse a una joven de pelo corto y rizado suavemente de un agradable color caramelo que decoraba un rostro de rasgos suaves y ojos melosos.

–No sé si es buena idea que la interrumpan en este momento –. Habló dubitativa puesto que le había dejado claro que no deseaba ninguna interrupción mientras trabajaba pero...era un caso especial, era uno de los jefes.

–Necesito discutir un tema con ella –. Rebatió rápidamente puesto que no le apetecía hablar mas de lo estrictamente necesario con aquella chica.

Entonces antes de que pudiera volver a decir algo más distinguió la larga melena azulada de Ewelein saliendo de un de los múltiples cuartos por lo que aprovechó a esquivar a la joven, apurarse e intentar hablar con ella que volvía a caminar hacia otro nuevo cuarto. Posó su mano sobre el hombro de ella para que se diera cuenta de su presencia y comenzó a hablar de nuevo.

–Para esta tendré solamente 5.

–¿Solo 5?

–A menos que desees completamente inútiles –. Sonrió cínicamente cuando la enfermera centro toda su atención en lo que él decía. Aunque realmente la verdad es que tenían problemas de abastecimiento, allí no crecían las mismas plantas e ingredientes por lo que intentaba hacer un numero mínimo con lo que tenía y luego intentaba buscar sustitutos que cumpliesen la misma función que los más escasos.

–¿Serán de buena calidad?

– De la mejor, como siempre, es lo que se espera de una persona tan genial como yo –. Y era verdad, en otras cosas no se sabía, pero en su ámbito era el mejor.

–Entonces esta bien, podre ir avanzando... supongo –. Dijo para volver ha abrir otra puerta diferente –. Si me disculpas –. Se despidió y entro al cuarto cerrando la puerta tras de sí.

Observó un momento la puerta cerrada hasta que oyó como la joven de antes dejaba unas vendas sobre una pequeña mesa y se marchaba de allí, seguramente su turno hubiera terminado o bien porque no tenía nada más que hacer allí. Él también debería hacer lo mismo, con paso lento se dirigía hasta la puerta cuando un chirrido interrumpió sus pensamientos junto con su visión, justo en el sendero invisible que seguía se había abierto uno de aquellos muros de madera oscurecida que separaban las habitaciones, una melena castaña salió y sin notar su presencia se puso por la labor de cerrar el cuarto con todo el silencio que podía pero aun así un agudo chirrido recorría la estancia. Cerró y se giró furtivamente mirando a ambos lados del pasillo.

Los ojos azules* de él se encontraron con los violetas de ella que casi instantáneamente se expandieron asustados para que luego retrocediera unos pasos.

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*verdes

Hey...aquí la actualización fantasma con final abierto(?)

Lamento toda esta espera y aprecio mucho a las lectoras que esperan la actualización y me animan a seguirla n.n pero...¡p*tos exámenes y presentaciones orales que me fastidian todo!

Pregunta time:

¿Que creen de este capitulo?

Me encanta leer todas sus opiniones, además de que así se si debo cambiar algunas cosas, a parte, se que es un poco corto pero...

Neftis♤