3.El futuro

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Bella.

La noche dio paso al día y nosotros continuábamos en la recidencia Cullen, nos pasamos toda la noche contactando con nuestros viejos aliados, había una gran posiblidad de que algunos de ellos no lucharan a nuestro lado, y eso nos dejaba aún más en desventaja. La atmósfera ahora era más positiva que antes, ya que les había sentado bien ponerse en marcha. Sus esperanzas se habían aferrado a las instrucciones de Alice.

Nessie despertó y entro a la sala de estar un poco adormilada y se recostó sobre el regazo de Jacob, ambos mirándonos a los demás con ojos redondos como platos.
Rosalie se había cambiado su traje cruzado de seda por unos vaqueros de aspecto resistente, zapatos de correr, y una camisa abotonada de la tela gruesa que los mochileros usan para las excursiones largas.Esme estaba vestida de manera similar. Había un globo terráqueo en la mesa de café, pero ya lo habían estado mirando, y sólo nos esperaban.
Renesmee se retorció en brazos de Jacob para reincorporarse un poco para posteriormente tocarle la mejilla. -No sé si vendrán los amigos de Carlisle. Espero que sí. Suena como si de momento nos superaran algo en número-le murmuró Jacob a Renesmee.
Así que ella lo sabía, Renesmee entendía ya con toda claridad lo que estaba sucediendo. Fantástico, nuevamente había sido « el hombre lobo imprimado dándole todos los caprichos al objeto de su imprimación»  ¿Es que acaso no era más importante protegerla de lo que estaba pasando que responder a sus preguntas? Supongo que se debía a qué Jacob no estaba al tanto de todo lo que había pasado, si supiera que nos llevaríamos a Renesmee lejos por un tiempo indefinido tendría una reacción completamente diferente.
Miré cautelosa su rostro y no me pareció asustada, sino que conversaba a su modo silencioso con Jacob, con ansiedad y muy seria. Estaba segura que una vez que estuviéramos solas me llenaría de preguntas, de las cuales esperaba ya tener respuestas.
Mientras estaban hablando, me acerqué hacia las ventanas traseras, intentando mostrarme ansiosa y distraída, lo cual realmente no era difícil de fingir. Incliné la cabeza contra la pared que se curvaba alejándose del salón en dirección hacia el comedor, justo a la derecha de una de las consolas de los ordenadores. Dejé correr los dedos por el teclado mientras miraba hacia el bosque, simulando que tenía la cabeza en otra cosa. ¿Es que los vampiros hacían algo de forma distraída? No creía que nadie me estuviera dedicando ninguna atención en particular, pero no me volví para cerciorarme. El monitor volvió a la vida y deslicé los dedos nuevamente por las teclas. Las golpeé con mucho cuidado y de forma silenciosa sobre el escritorio, con el fin de que pareciera casual. Una pulsación cualquiera de las teclas. Observé la pantalla con la visión periférica, tenía que investigar qué lugar sería lo suficientemente lejos para mantener a Renesmee a salvo.
Quería buscarla en un mapa, pero decidí que estaba abusando de mi suerte. Una pulsación más, para borrar el historial… Continué mirando por la ventana y acaricié la madera unas cuantas veces más. Escuché unos pasos ligeros cruzando el suelo hacia mí, y me volví con una expresión que esperaba fuera la misma de antes. Renesmee se acercó a mi y me rodeó el torso con sus brazos, oliendo mucho a licántropo, yo me gire a ella para poder abrazarla mientras ella acunaba su cabeza en mi cuello. No sabía si podría llegar a soportar esto. Aunque sentía mucho miedo por mi vida, la de Edward y la del resto de mi familia, en nada se parecía al terror devastador que sentía por mi hija.Debía haber una manera de salvarla, incluso aunque no pudiera hacer otra cosa. De repente, supe que eso era todo lo que quería. El resto podría soportarlo de no quedar otro remedio, pero no podía costarle la vida a Renesmee. Eso no. Ella era la única cosa que, sencillamente, tenía que salvar. La mano de Renesmee me tocó la mejilla con ligereza. Me mostró mi propio rostro, el de Edward, Jacob, Rosalie, Esme, Carlisle, Alice, Jasper, pasando de un rostro a otro de nuestra familia con rapidez. Seth y Leah. Charlie, Sue y Billy. Una y otra vez. Agobiados, como estábamos todos aquí. Y sin embargo, ella sólo estaba preocupada.

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