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Aburrida, la chica se limitó a poner su vista sobre la ventana, solo para ver como la nieve blanca caía del cielo y se volvía parte de la vista que las calles sucias de Gotham le ofrecían. Mientras ella observaba la forma en que el hielo blanco era manchado por la suciedad del asfalto al igual que un alma pura siendo contaminada con los más asquerosos pensamientos, su profesor intentaba presentar a un nuevo compañero. 

— E-Este será su nuevo compañero lo que resta del semestre — susurró el profesor Jenkins, sintiendo todas las miradas de sus alumnos juzgándolo, aunque la realidad era que apenas dos o tres le prestaban atención —. S-Se trasladó desde GA y espero que todos lo reciban bien, es decir, tenemos que hacerlo o Bruce Wayne podría meternos una demanda y yo no quiero ser demandado, estoy a punto de cumplir mis treinta años de servicio en el centro de damas chinas para ancianos y me- 

La mayoría de los alumnos se habían interesado cuando escucharon la palabra Wayne, sin embargo, los rostros que se iluminaron por la curiosidad ahora observaban al profesor fastidiados de su habladuría, así que se calló y dejó que el hijo legítimo de Bruce Wayne entrara por las puertas del salón. 

Como el buen modelo/niño rico  que era por naturalidad, entró con un aire confiado y el traje de la escuela completamente impecable. Su cabello estaba peinado hacia atrás, pero las puntas iban en la dirección que querían, confiriéndole un aire salvaje y sus ojos esmeralda veían a los estudiantes con completo desinterés, como si ellos no fueran merecedores de su presencia en aquel lugar sin clase. Todas las chicas, a excepción de Shanon que aún no reparaba en su presencia, soltaron un suspiro ahogado e inmediatamente relacionaron a Damian con una especie de dios griego que los seres de arriba les habían regalado a los humanos para que supieran que aún había cosas buenas en el mundo y que él era una de ellas. Por otra parte, los hombres en el aula sintieron una pequeña chispa de celos y su territorio como machos se vio atacado con el hecho de que Damian había conseguido arrancar más pantaletas con una mirada de lo que ellos había logrado en todos sus años de vida. 

— El único asiento disponible es el que está junto a su compañera Kyle en aquella esquina, espero no le importe — informó el hombre de 40 años, escuchando los quejidos de sus alumnas. 

— Siéntelo junto a mí, profesor. Kyle ni siquiera viene a clases, esa perra solo hará que alguien tan perfecto como Damian Wayne arruine su futuro.

— Debe tener más respeto con sus compañeras de clase, señorita Fitz y lo lamento, pero el lugar continuo al suyo ya está ocupado. 

Para estos momentos, Shanon ya había quitado su vista de la ventana e intentaba controlar los impulsos de cortarle la garganta a la chica rubia. Sí, era bastante cliché ver que era la típica cabeza hueca a la que todos creían que el color rubio le había matado las neuronas, sin embargo, cuando era castaña seguía siendo estúpida y aquel tono le venía mejor. 

— Si se sienta junto a ti, lo más probable es que termines gustosa de conseguir que te embarace — gruñó, mirándola directamente —. Un engendro hecho por un Wayne es algo que no abortarías como lo has hecho  con tu novio, ¿verdad Kathrina? 

La aula permaneció en silencio, a la espera de una respuesta ofensiva. 

— No me importa dónde sentarme — irrumpió Damian, exhausto de solo pensar en una discusión de chicas. Se abrió paso entre las mesas, sintiendo las miradas de varias alumnas sobre su trasero y se sentó junto a Shanon, quien ni siquiera se interesó en mirarlo. 

— Continuemos con la clase. 

Allí iban de nuevo las explicaciones y las cosas que ya sabía desde que tenía cinco años, así que Shanon rodó los ojos y dejó que su mirada cayera de nuevo hacia la nieve. 

Amor Entre Heridas. #DcHeroesAwards Donde viven las historias. Descúbrelo ahora