Alex es muy lindo, su cabello café me gusta, pero no lo conozco...
Esa era yo, hablando conmigo misma sobre mis "sentimientos".
Creo que era hora de conseguir un novio.Despertar en una habitación bacía y querer llorar por los recuerdos que te atormentan cada vez que miras esa habitación al salir el sol...
Mi niñez fue genial, mi madre era todo para mí, era mi guía, mi escudo, era prácticamente mi mundo, hasta que la maldad tomo control de su alma y mato a mi padre sin compasión alguna.
Mi vida de mierda †.– Abby, mamá llegara de visita, sé que no la quieres ver, así que tienes media hora para irte lejos antes de que llegue ya me canse de sus peleas.
Mason tenía razón, ya hasta a mí me cansa discutir con ella cada vez que llega de visita.– ¡Listo!. – Grite desde mi cuarto.
Me bañe y me aliste, no quería estar ni un minuto más aquí.
El problema era que no sabia para donde ir, tome mi celular y le marque a Alex.–Abby, cómo te va?
– Muy bien Alex.
– Dime, qué se te ofrece?– Es que me preguntaba si... Podíamos salir al bosque un rato?
– Sí, claro, voy para allá linda.
– Gracias. – Y colgué, debo admitir que ese "linda" me sonrojo.
***
— Qué paso entre tu madre y tú?.
—No quiero hablar de eso Alex, es una historia muy larga que algún día te contaré.
—Esta bien linda— Alex parecía tan calmado y tan relajado, de echo era tan contagiosa su actitud.
Mi amor, donde estas? Tu querida madre te quiere veeeer)
—Mierda—argumente con desagrado.
—Paso algo?.
—Mi madre se metió en mi mente otra vez, odio cuando hace eso.
—Puede leer las mentes?.
—La mía no, tengo una especie de escudo, pero sí se puede comunicar.
Alex se la paso todo el día hasta que regresamos preguntando sobre mis poderes, ya me estaba fastidiando un poco, pero opte por no decir nada, es muy lindo para que lo trate mal, vamos no me juzguen.
— Nos veremos pronto linda— Y me dio un beso en la mejilla al despedirse.
No te pongas roja tonta, solo fue un beso en la mejilla.
—Adiós—fue lo último que dije al entrar a mi casa.
Mi madre ya no estaba por suerte, pero dijo que iba a volver hasta que pudiera hablar conmigo, la verdad va a perder su tiempo.Entre a mi habitación y note que la ventana estaba abierta por lo que deduje que aquel chico raro del cual su nombre no sabia estaba en mi habitación.
—Llegas tarde—dijo haciendo que mi corazón latiera muy fuerte.
—Tengo puerta sabes?.
—Me gusta más la ventana.
— Y tarde para qué?
—Para saber mi nombre.
— No es tarde son las 12:01am.
—Te dije que a media noche, en punto.
—No es justo!
—Abby, nada en esta vida lo es.
—Dime tu nombre.
—Te lo diré si haces lo que yo te pida.
No aceptes estúpida
—Acepto.
Bofetada mental.
Ya valió...
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