Mas allá de un contrato [KuroMahi]

Tsubaki

Aquel peli celeste había gritado sin control y se había lanzado hacia el castaño... aunque, sin darse cuenta o más bien evitando dañar a su castaño, el mismo había cortado en dos aquel pequeño cascabel

—Ku...ro...— el castaño se giró rápidamente para sostenerle en brazos, este, cayó al piso, todos temían lo peor... aunque nadie temió lo que pasaría, en vez de que todo el jinn saliera como lo había hecho con aquel rubio, este escupió sangre manchando la cara del castaño, este palideció mientras quitaba el cabello del peli celeste de su rostro —¡Oye! ¡Kuro! — le miraba llorando, el peli celeste le sonrió y murmuró

—Adiós...— el peli celeste desapareció dejando solo en las manos del castaño un collar negro con azul

—¡Jajajajajaja! — una risa estúpidamente fuerte interrumpió las lágrimas del castaño, este dirigió su mirada a quien se burlaba de su sufrimiento para encontrarse con el mayor de cabello plateado —¡Estúpido! ¡Se murió antes de que pudiera darle un mejor uso! — se burlaba y el castaño solo hervía por dentro

—Tsubaki...— murmuró y el azabache se acercó a él, le puso el collar sin darle algún aviso —Tu nombre será Tsubaki— una cadena roja unió su muñeca con el cuello del azabache, este sin avisar hizo que tomara su sangre y el contrato se formó —Acaba con el...— su mirada avellana llena de amor, ahora estaba llena de odio y rabia, dolor y furia hacia quien tenía en frente

—Si me matas no tendrás de vuelta a tu hijo... oh... es cierto... sin la llave ni aunque quieras podrás tenerlo de nuevo, al llegar al amanecer yo desapareceré y tu hijo morirá— se burlaba aunque escondía su ansiedad, debía haber otra forma. El castaño le miró apretando su mano hasta hacerse daño

—Acabalo... Tsubaki...— el azabache lo miro y se quitó su haori y se lo puso en la cabeza mientras este sacaba su espada roja, el castaño bajo la cabeza y no pudo escuchar nada más... solo un sonido de algo quebrándose dentro de sí...

. . .

Aunque tenía tiempo de haber ocurrido aquella desgracia, el castaño no se movía de donde estaba, no comía y tampoco se quitaba el haori de la cabeza. Tsubaki, tras haber ocurrido aquello se lo había llevado puesto que ahora era su Eve y debía cuidar de el.

—Mahiru...— el azabache le llamaba desde la puerta, ya no podía verlo más así... aunque tuviera que terminar de romperlo pero debía hacer algo —Ya es tiempo de que dejes de portarte así, has preocupado incluso a Belkia aunque él no quiera admitirlo— se acercó a el suspirando algo pesado, le quitó el haori e hizo que lo viera; aquella mirada avellana estaba perdida en la nada, no dejaba de murmurar siempre lo mismo

—Lo perdí todo...— el azabache se molestó y lo estrujó

—¡Ya basta! — incluso a él le dolía ver así a quien tanto amaba —¡Ya basta de decir que lo perdiste todo! ¡Si, murió Mahiro-chan y Ash, pero basta! ¡Debes aceptarlo! ¡Ni siquiera fuiste al funeral de Mahiro-chan y era tu hijo! — le debía romper esa barrera —¡Ni siquiera lloraste por perder a Mahiro! ¡¿Así te hacías llamar su madre?! ¡No lloraste nunca más por Kuro! — aquel nombre lo hizo saltar —¡Si eres así rompe este collar y déjame irme! ¡No quiero estar atado a un cobarde! — antes de poder seguir una bofetada le corto las palabras y un abrazo le calmó. El castaño lloraba como niño pequeño destrozado por todo. El azabache suspiro y acarició su cabeza

—Sé que te duele... pero debes avanzar.... — le susurró y este solo apretó más su ropa. Todos los sub clases los veían detrás de la puerta callados algo aliviados al ver que el castaño ya se movía y hacía algo más que solo quedarse en esa cama.

. . .

Sin darse cuenta, Tsubaki se había convertido en la fuerza del castaño para seguir adelante a pesar de su dolor, había ido a la tumba de su pequeño y le había pedido perdón por no haber ido antes, le había dejado la campana cortada encima junto a un ramo de flores azules