La Verdad II

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Tras haberse reído mientras Kuro se iba, este suspiro, bajo al castaño a sus brazos cargándole como si de una princesa se tratase, le miraba serio en silencio, suspiro algo pesado y todos sus sub clases llegaron, todos menos aquel peli verde.

—Tenemos a Shirota Mahiru...— sonreía victorioso el peli negro, se giró y aunque le insistieron varias veces sobre no llevar así al castaño este solamente los ignoro mientras caminaba de regreso a su hotel sonriendo.

Por otra parte, el peli celeste suspiro pesado al llegar a una fábrica abandonada, bajo al menor aunque este había crecido de cierta manera como si ahora tuviese 17 años, se giró riendo, seguramente todos sus hijos sabrían de su presencia y no tardarían en regresar a él... o al menos así este los esperaba; algunos días pasaron y nadie que no fuese Sleepy Ash estaba con el cómo león fiel. Suspiraba a veces sin hacer ruido y sin que Sensei lo viese.

Tras despertar más tarde, el castaño tomo su cabeza y un tintineo se escuchó en su mano, al ver la campana del peli celeste este comenzó a llorar apretando su ropa y la campana; se sentía devastado, sentía que se estaba muriendo por dentro...

—Ya despertaste Shirota Mahiru— el azabache de lentes le veía sentado leyendo una revista de chismes y riendo como loco para soltar tras esta risa un "no es interesante". Miro al castaño, se acercó limpiando sus lágrimas con cuidado y amabilidad —No deberías llorar...— le sonreía de cierta forma que hacía que al castaño se le erizase la piel.

—¿Tú quieres saber la historia de Nii-san no? —

El castaño le miro confuso queriendo preguntar más cosas, pero este rio

—Todo a su tiempo — le miro y fue como si el tiempo se hubiese detenido...

*Flash Back*

Aquel pequeño peli celeste, y era pequeño pues aun no tenía tantos aquellos años detrás de él miraba a un hombre en bata de cabello blanco, le seguía de lado a lado por las mañanas en su forma felina y por las noches en su forma humana. Iba a todos lados con él en ese pequeño pueblo; se mantenía la mayor parte del tiempo tras aquel hombre con bata.

Se habían apegado tanto que aquel peli celeste sabía que comenzaba a sentir algo por aquella persona, aunque claramente no lo admitía puesto que Sensei estaba demasiado ocupado con sus demás hermanos, aunque cuando estos se iban este se quedaba ahí... era el único que seguía en esa casa vieja y fea al lado de Sensei

—¿Por qué no te has ido Ash? — este no le respondía y solo se recargaba en la pared de manera floja acomodando su en ese tiempo bufanda y bostezaba —Te lo dije, debes irte— se acercaba a él acariciando su cabeza con cuidado y amabilidad

—No...— simplemente respondía el peli celeste para luego verlo con la misma expresión. Este se sentó a su lado y lo recargo en su hombro

—Ash... debes salir al mundo, debes vivir, no solamente puedes quedarte aquí conmigo—

—No me voy porque tengo pereza....— aquel "chiste" hizo reír a aquel albino que lo miraba con cariño paternal pero que dentro de sí escondía la verdad

—¿No te gusta la idea de viajar? — le miraba curioso pero este no respondió, acaricio su cabeza y suspiro —Anda, dime la verdad—

El peli celeste bajo la mirada y tras haber confesado sus sentimientos, sin una respuesta, fue obligado a retirarse...

. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

Después de XXX años, el peli celeste había vuelto con una sola misión... asesinarle... pero no pudo... se había tenido tras rasguñarle la mejilla... calló al piso inundado en lagrimas

Mas allá de un contrato [KuroMahi]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora