El chico nuevo. Genial, no conozco a nadie y todos me miran como si fuese un bicho raro. ¿Es que acaso nunca vieron una cara nueva? Lo peor es que no se preocupan en disimular sus susurros. El hecho de que mi madre haya sido transferida es muy bueno ya que tiene un cargo mejor, asi que eso traerá más dinero a la casa, pero separarme de mis amigos es asqueroso. Ya extraño Portland con solo caminar por estos pasillos. Ya recogí mi planilla de horarios, ahora debía esperar a que sonara la campana para entrar a mi primera clase, Física. A decir verdad no soy un chico a quien le cueste la escuela. Las miradas sobre mi seguían, pero comenzaron a dispersarse y volverse hacia un circulo, estaban todos rodeando algo contra los casilleros, por desgracia entre los casilleros rodeados estaba el mio. "¡MÁS MIRADAS PARA DREW!" festejo sarcástico mi subconsciente. De apoco me fui metiendo en el circulo, ya podía oír un poco más sobre lo que sucedía, estaban atormentando a alguien.
-Mira tu ropa-Era una voz grave, de un chico.-Pareces pordiosera.
-Oh Josh, ya déjala, seguro que ira a llorar al baño porque su mami no puede pagarle ropa decente y su papi se suicido luego de dejar a su familia con mas deudas que comida.-Ahora era la voz de una chica, demasiado chillona para mi gusto.
-Permiso, debo pasar a mi casillero.-Dije tímido mientras pasaba entre las personas recibiendo miradas de fastidio.
Cuando llegue a mi casillero vi a una chica sentada en suelo con su cara entre las piernas y estas siendo sujetadas por sus manos. Era a ella a quien estaban molestando. Estaba justo junto a mi casillero.
-¿Porque en lugar de estar aquí no vas a pedir monedas a la calle?-Hablo un chico alto y musculoso, era el mismo que hablo antes. Su cabello era rubio, casi blanco, sus ojos eran azules y llevaba la ropa del equipo de lacrosse de la escuela.
-¿O entregando tu cuerpo por dinero con tu madre?-La misma chica que antes. Llevaba ropa de porrista, su cabello rubio atado en una coleta alta haciendo resaltar sus ojos verdes.
-Déjenla en paz.-Me atreví a decir, todos miraron hacia a mi.
-¿Y tu quien demonios eres?-Espeto el chico robusto
-Soy nuevo.
-Oh genial, ahora los nuevos creen que pueden mandar en la escuela.-Dijo sarcástico
-No, solo creo que no tienen porque estar haciendo sentir mal a una chica solo por diversión.-Dije descuidado
-Cállate si no quieres terminar mal.-Amenazo la chica.
-Pierden el tiempo criticando a otros para no tener que ver sus propios defectos. Dejen de ser tan patéticos y hagan algo productivo para su futuro.
-Oh el señor madurez.-Todos rieron ante el chiste del señor perfecto capitán del equipo de lacrosse
-Es sentido común idiota. Te crees importante por ser popular en la secundaria pero cuando todo termine no seras más que un idiota engreído al que nadie quiere.
-¿Y a ti que te importa mi futuro?
-Nada. Pero si me molesta que atormentes a alguien para sentirte mejor contigo mismo.
-Yo soy el mejor, no necesito atormentar a nadie para saberlo.
-Genial, entonces deja de ser tan maricón metiéndote con personas débiles.
La campana sonó. Todos estaban boquiabiertos. El rubio idiota estaba matándome con la mirada, salia humo de sus orejas. Todos se fueron en silencio, él golpeo un casillero que estaba junto a mi y se fue tomando de la mano a la rubia. Mire hacia abajo y le tendí la mano a la chica, no la vio porque seguía con la cabeza entre sus piernas.
-Hey, no temas.-Le dije
Ella levanto su cabeza de a poco, miro mi mano dudando, hasta que la tomo. Su mano temblaba. La ayude a levantarse pero ella seguía con la cabeza baja. Llevaba un pantalon gris de cahndal y una sudadera tres tallas mas grande de la que debería y llevaba el cabello atado descuidado.
-Oye, yo no soy como ellos, mírame.
Tenia las manos dentro de las mangas de su sudadera y su manga derecha cubria su boca, debía estar mordiendo sus uñas. Saco su mano y de apoco fue levantando su cabeza, hasta que pude verla, pero no me miro, simplemente sus ojos estaban sobre los casilleros. Era muy bonita realmente. No llevaba ni una pizca de maquillaje encima, cosa difícil de ver estos días. Su cabello era de un colo rubio oscuro.
-Soy Drew, Drew Taggart, ¿como te llamas?
-Jessica.-Dijo con un hilo de voz.- Jessica Serfaty.
-¿Que clase tienes ahora?
-Física.
-Genial, yo también.
Por primera vez me miro a los ojos. Le sonreí y ella me devolvió una pequeña sonrisa sin mostrar los dientes y luego bajo la cabeza algo ruborizada.
Desde ese momento Jessica y yo somos mejores amigos, desde los dieciséis hasta siempre. Yo la ayude con su inseguridad y timidez. Termino la secundaria siendo una de las mas deseadas por los chicos y la mas envidiada por las chicas. Incluso Josh, el capitán del equipo de lacrosse, intento ligar con ella. Somos como hermanos, incluso ahora, a los veintisiete años, seguimos con nuestras noches de películas cada primer sábado todos los meses.
Drew Taggart
Jessica Serfaty
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Se Busca Madre
FanfictionLa vida de Drew parece una vida tranquila, con sus altos y bajos, una vida normal. Pero el timbre sonó, y cambio todo de un segundo a otro, quien el creía que se habia ido para siempre regreso, pero no precisamente para quedarse... pero dejo algo o...