Shelley Hennig

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 El teléfono no deja de sonar desde hace una hora, seguramente es Alex para intentar convencerme de salir de mi oscuridad repleta de basura. ¿Porque no puede malditamente comprender que necesito esto, estar solo, tener mi duelo en paz? 

 Al parecer no les bastaba joderme con el sonido del teléfono, ambos teléfonos, que tienen que venir a golpearme la puerta.Golpeaban como si su vida dependiese de ello. No me queda otra opción que abrirles, escuchar sus reclamos y advertencias de que debo salir por mi salud y luego terminar gritándoles que se fueran... así es desde hace un mes. 

Me levante de mi sofá y comenzar a caminar a oscuras entre envoltorios de comida rápida, latas de cerveza, pañuelos y quien sabe que más habría en ese suelo. No es que no me preocupe por el orden y la limpieza, solía hacerlo, pero ya nada tiene sentido.  Al llegar a la puerta saque todas las trabas de seguridad y les abrí. Ambos tenían una cara de preocupación atroz. Jessica llevaba en su mano bolsas negras de consorcio y guantes, Alex estaba a su lado con un perro. ¡ESPEREN! ¿UN PERRO? 

-Debes limpiar tu chiquero. Y no es pregunta.-Jessica tiene esa costumbre de mandataria cuando las cosas iban mal, antes eso me parecía gracioso, ahora solo quiero que me deje en paz.

-¿Porque no pueden solo dejarme tener un luto normal?

-Drew, estas hace casi dos meses de luto sin salir de apartamento.-Alex puso su mano sobre mi hombro.- Shelley murió y no hay nada que puedas hacer al respecto.-Reí irónicamente por su falta de sensibilidad.- Lamento ser tan cruel hermano, pero no puedes vivir por el resto de tu vida en la oscuridad y rodeado de basura. Mira-Alzo al pequeño perro que estaba en entre sus manos.-Te traje a este pequeño para que te haga compañía y tengas una razón para limpiar... ¿No querrás que se coma tus desechos verdad?

-¿Estas de broma? No quiero un jodido perro.

-Tampoco es pregunta.-Volvió a hablar Jessica.-El perro se queda, busca un nombre. 

Suspire pesadamente mirando al cachorro color negro que me miraba con una cara tan expresiva, ¿como puede un perro ser tan expresivo? Se veía feliz, con inocencia... Hace mucho tiempo no veo una cara feliz. Jessica y Alex tienen razón, ya no puedo seguir escondiéndome entre las sombras y la basura, eso no cambiara nada. Shelley esta muerta. La mujer de mi vida, la que más ame y amo se fue, para siempre. Quisiera solo volver el tiempo atrás y salir del trabajo temprano para ir a esa estúpida tienda yo y ser yo quien termino en llamas. 

-Sabes que tenemos razón Drew...-La voz de Jessica se suavizo y sus ojos también.-Te amamos, somos tus mejores amigos y queremos lo mejor para ti, sabemos que no sera fácil devolverte la sonrisa y las ganas de vivir, pero haremos lo imposible para que así sea. 

-Pasen...-Me hice a un lado y abrí la puerta para que entraran. Ya vencido. 

-¡OH DIOS MIO AQUÍ HUELE COMO SI HUBIERAN DESTRIPADO ANIMALES Y ESTÉN SUS ÓRGANOS Y CUERPOS EN DESCOMPOSICIÓN DESDE HACE MESES!.-Jessica se tapo la nariz mientras exageraba sobre el olor de mi casa. 

-Yo estoy en descomposición.-Dije frió 

Alex encendió la luz y mis ojos ardieron como el infierno. Hace un mes y medio que vivo en oscuridad, literalmente, solo me la paso recostado en mi sillón, pido comida a domicilio, cervezas del kiosco que hay al lado de mi edificio, casualmente el dueño me paso su numero un día y él me trae las cervezas hasta aquí. Una que otra vez enciendo la televisión, pero no hay nada interesante así que simplemente la apago luego de pasar por todos los canales. Tampoco me he bañado, solo voy al baño cuando es muy necesario.

-Tu ve a bañarte.-Alex me miraba como si estuviera viendo a un indigente. Con asco. 

-Nosotros nos encargaremos de tu pocilga.-Jessica sonrió triunfante y luego casi vomita al ver una botella con liquido amarillo dentro. ¿Nunca les dio flojera ir al baño?

-Vete antes de que Jessica comience a gritarte.-Alex se puso los guantes de limpieza y agarro la botella para taparla y luego tirarla en la bolsa.

 Entre en el baño de mi habitación y cerré la puerta detrás mio. Encendí la luz y comience a quitarme la ropa, sin buscarlo me vi en el espejo, no parecía yo; tenia el cabello desordenado, la barba crecida, ojeras del tamaño de un elefante y estaba más delgado. No siempre me pedía comida, habia días en los que ni eso quería hacer. La muerte de Shelley fue muy fuerte para mi. Ahora me sentía vació, sin un propósito para vivir, mi madre murió hace ya tres años y Shelley fue mi soporte. 

 Abrí el agua de la ducha, la equilibre para fuera tibia y me metí. Mientras lavo mi cabello pienso en cada momento con ella, en como la conocí, en esa bendita entrevista de trabajo, hace cinco años. Ella era la secretaria de su padre en la empresa de periodismo en la que yo buscaba un lugar como columnista en el periódico. Ella cambio mi vida, me hizo conocer el verdadero amor, me hizo sentir ganas de formar una familia, de casarme y tener hijos. Ella me dio la felicidad y lleno por completo mi vida. El detalle menor es que gracias a ella ahora soy Jefe de ediciones en la revista HELLO!

 Ya habia terminado de bañarme, pero seguí un rato más bajo el agua para ocultar mis lagrimas con las gotas de agua, aunque nadie me veía, no quería admitir mi llanto.  Salí de la ducha y me puse unos boxers, una remera blanca y unos jeans azules. Salí de mi habitación. Alex estaba sacando la funda de los almohadones del sillón y tirándolos a un costado, para lavarlos, supongo. Jessica estaba frente la estantería que estaba junto a la puerta de entrada con una fotografía en su mano. Me acerque a ella y contemple la fotografía. 

-París...-Dije con un hilo de voz.-Fue el mejor viaje.

-Lo recuerdo...-Jessica puso una sonrisa en su rostro.- Shelley y tu corrían como niños y se tomaban fotos en cualquier lugar. Estaban tan emocionados. 

-Ahí le propuse matrimonio.

 Justamente en la fotografía salia yo arrodillado frente a ella con una caja entre mis manos abierta y ella viéndome con sus manos cubriéndose la boca y detrás nuestro estaba la torre eifel. Jessica tomo esa foto en el momento justo, antes de que Shelley se me tirara encima e hiciera que ambos calleramos al piso.

-Drew, ¿quieres que dejemos las fotografías a la vista? No debes olvidar, pero si te hace mal recordar estos momentos cada vez que miras a una pared... podríamos sacarlos.

-Se sentiría vacía la pared. A demás... me mudare en una semana. Allí haré todos los cambios necesarios.  

-Se que si.-Jessica me miro a los ojos y luego me abrazo. En verdad necesitaba un abrazo, pase mis brazos por su espalda y la abrace fuertemente, ella sabia como hacerme sentir un poco mejor con sus abrazos. 

-¡OH NO VAMOS! ACABO DE LIMPIAR AHÍ.-Alex gritaba frustrado, Jessica y yo nos separamos para ver que ocurría. 

El perro ocurría. Habia orinado en el piso.

-Oye cálmate.-Jessica lo fue a limpiar.- Es cachorro y no tiene lugar para hacerlo aquí. Drew te urge ponerle nombre al pequeño.

-Estorbo. 

-Drew...-Jessica me veía como madre que regañaba a su hijo por se descortés

-¿Que? Lo describe perfectamente

-Para eso ponle negro idiota.-Rio Alex

-No des ideas...-Dijo Jessica por lo bajo 

-Loui.-Dije recordando el nombre que Jessica me habia dicho que amaba.

-¿Loui?-Dijeron ambos

-Loui.-Dije asintiendo.-¿OIGAN QUE ES ESTO? ¿BAJO LA MISMA ESTRELLA?

-Nop, bajo el mismo perro.-Dijo Alex con nada de gracia

-Loui...Me gusta.-Jessica acaricio al cachorro.

-Yo no pregunte si te gustaba.

-Tu te callas y buscas las llaves del auto para que vayamos todos a comer algo y luego a pasear por central park.

-Como digas mamá.

 No estoy muy animado, pero ellos se tomaron la molestia de venir, limpiar todo y hasta comprarme un perro... Es lo menos que puedo y debo hacer por ellos. 







Se Busca MadreWhere stories live. Discover now