3er y último día (Parte 1)

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(Narra Raul)

-¿¡Qué es esto, Dios mío!?- grité al ver la escena frente a mí.

Habían dos personas abrazadas, en mi cama, que ahora estaban sobresaltadas por mi repentina aparición; sin nada que los tape a excepción de las sábanas... pero lo que me impactó fue que esas dos personas eran  Esteban, mi mejor amigo, y Paula, mi novia.

-Vosotros... vosotros dos... me...- no pude terminar la frase, quería salir de ahí.

-No es lo que piensas, amigo- dijo saliendo de la cama con una sábana atada a la cadera, mientras se acercaba a mi.

Raramente Paula tenía una sonrisa en la boca, eso me dió ganas de hecharlos a los dos a la calle.

-Te vas a arrepentir- dije en un susurro.

Esteban me miró confuso. Seguro que no me había escuchado. En ese momento de confusión por parte de del chico, me lanzo sobre él tomandolo por el cuello, cayendo los dos al suelo.

-¿¡Por qué hiciste eso!?- le grité.

-No se- me dijo desesperado-. Pensé que ella ya no te interesaba, entonces... ya sabes el resto.

Estaba por golpearlo cuando siento un golpe fuerte en la nuca, en ese momento me desplomo al lado de Esteban, boca arriba; divisando, borrosamente, a Paula con un jarrón roto en la mano.

Segundos después me desvanecí.

(Narra María)

Estaba tratando de atar el gigante pañuelo como me había enseñado Lorena, pero no había caso, no me salía.

Segundos después de haberme rendido mi celular sonó. Marcaba que era un número desconocido, dudé en contestar..., pero la curiosidad mató al gato y atendí.

-¿Hola?- pregunté.

-Hola, ¿usted es algún familiar de Raul Ruíz?- preguntó la voz de una mujer española.

-No, no lo conozco- era verdad, nunca había escuchado su nombre.

-¿Está usted segura?- preguntó nuevamente la mujer.

-Sí, sí estoy muy segura- no, no estaba segura-. Pero..., ¿me puede describir cómo es la persona?

-Sí, es alto... rubio... tiene ojos verdes... Y nada más.

Esa era la misma descripción a como describiría al chico que me chocó esta noche, y recordé que el nombre que me había dicho la señora, era así como se llamaba. Pero no puede ser él.

-Sí... creo que lo conozco- ¿a quién le importa? Quiero saber que pasó-¿Por qué pregunta?

-Lo encontraron inconciente en su propio departamento, este número es el que encontramos para comunicarle.

-¿De dónde sacaron mi número?

-El joven lo tenía escrito en su mano.

¡Fue Lorena!

¿Cómo pudo?

-¿Donde se encuentran?- pregunté.

-En el hospital, uno que está enfrente de su casa.

Le pedí la dirección a la mujer, y me encamine al hospital.

(Narra Raul)

Me desperté sobresaltado tratando de recordar que era lo que me había pasado.

Pero no recurdo nada.

Miré al rededor mío tratando de ubicarme... pero, lo único que ví es que estaba acostado en la cama de un hospital. Me quité las sábanas y traté de salir de ahí, pero un brazo me detuvo.

En 3 días Donde viven las historias. Descúbrelo ahora