Capítulo 4

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Noah observaba a Enzo mientras este hablaba  con auténtica  pasión sobre el último  campeonato  de patinaje que había  visto en la televisión. Nunca había  conocido a nadie ,exceptuando a los propios patinadores o entrenadores,que hablaran  de aquella forma. Hasta le brillaban los ojos,nada que ver con la mirada apagada que a veces traía. No podía  evitar preguntarse el porqué.
_Y entonces  el ganador hizo un... ¿toe loop?
_Sí.
_No recuerdo de cuantos.. Creo que de tres. Y cayó con una seguridad impresionante. Además  que...
Se quedó  en silencio al ver entrar a un grupo de chicas. Una de ellas saludó a Enzo con la mano y se acercó, seguida de sus amigas. Noah frunció  el ceño. Odiaba que la gente interrumpiera.
_Ah,hola Eve...
_¿Cómo  estás?  Ya has terminado tu entrenamiento ¿verdad? ¿Quieres tomar algo con nosotras? 
_No sé si lo has notado pero ya estaba ocupado.
Noah se levantó ,colocando  un par de billetes sobre la bandeja plateada con el ticket de la comanda.
_No importa. Yo ya me voy.
Se ajustó la correa de la bolsa de deporte al hombro y salió  tranquilamente por la puerta  mientras Enzo le miraba desamparado. Eve pronto ocupó el asiento que el joven patinador había dejado vacío y se puso a hablar de algo que Enzo ni siquiera comprendió. Se limitó a oírlas hablar mientras ellas parecían divertirse como nunca. A los pocos minutos se disculpó ,alegando que tenía  que estudiar y salió  de la cafetería del pabellón dando un suspiro de alivio. Noah le esperaba,apoyado  en una  de las paredes.
_¿Y bien...? ¿Vamos a casa?
_Estabas...¿esperándome?
_¿Siempre preguntas cosas tan obvias,gigantón?
_Yo...
El joven alzó los ojos al cielo y comenzó a caminar mientras Enzo se apresuraba  a seguirle con una amplia sonrisa  en los labios.

***

Entró en la casa a todo correr al oír  el ruido  de cristales rotos. Su madre estaba arrodillada en el suelo,recogiendo los pedazos de un plato a duras penas con las manos temblorosas mientras su padre la zarandeaba del cabello. Enzo  tiró la mochila a un lado y se acercó a ayudar a la mujer. Sujetó el brazo de su padre para que la soltará, pero el hombre le propinó un puñetazo  que lo hizo hincar la rodilla en el suelo. Alcohol. Apestaba a alcohol. Si ya era insufrible estando sobrio...ebrio era capaz de cualquier  cosa.
_Eso te pasa por querer a ayudar a quien no se lo merece.
_Déjala en paz...
_¿Y que vas a hacer tu? ¿Pegarme,niñita?
Intentó nuevamente apartarle de la mujer que chillaba,rogando que dejara  al joven en paz. El chico cayó al suelo al segundo puñetazo y la mujer se abalanzó  sobre él, intentando ocultarlo  de los golpes con su propio cuerpo.
_¡Por favor,Harold! ¡No le pegues más!
_¡Es culpa tuya que haya salido marica!  ¡Pero no te preocupes, que con un par de hostias más  se le pasa!
Enzo intentó levantarse para hacerle frente al hombre aunque terminara  en el suelo de nuevo,pero la mujer no le permitía levantarse. Al final el hombre los dejó por imposibles y salió de la casa para dirigirse al bar de nuevo. Enzo abrazó  con fuerza  a su madre que sollozaba mientras torpemente  intentaba revisar el golpe del rostro de su hijo.
_No pasa nada,mamá... Estoy bien. Estoy bien.

***
Noah miró a todos lados buscando a Enzo. Durante aquel mes se había acostumbrado a la presencia del mayor y a su socarrona sonrisa. Incluso había llegado a apreciarle más de lo que estaría dispuesto a admitirse aunque no se lo demostrara. Y por eso era muy raro que Enzo no estuviera por allí,normalmente empezaba a "acosarle" desde la mañana.Dejó las cosas en su taquilla y volvió  a buscarle con la mirada. Fue entonces cuando le vio entrar. Llevaba el flequillo delante de la cara,cosa extraña ya que siempre se lo echaba hacia atrás. Uno de sus compañeros  se acercó a él,dándole una palmadita en la espalda. Ignoraba de que hablaban pero Enzo no levantó la vista del suelo. Parecía tan ausente aquel día...
_Hola,gigantón.
_Hola...
_Casi llegas tarde.
_Sí.
_¿Pasa algo?
_Nada.
_¿Estás seguro?
Noah acercó los dedos al flequillo pero Enzo lo agarró  de la muñeca.
_Anoche salí a correr y me tropecé. Me caí  contra un banco y tengo el ojo morado. Además  no he dormido muy bien. Solo es eso.
_Está bien. Ahora ¿me sueltas,por favor? Me haces daño.
_Sí.
Noah se quedó quiero mirándole recoger un par de libros de la taquilla y marcharse hacía  su clase.
_Que  se cayó contra un banco... No me lo creo.

***
_Eh,tío...
Ed se reunió con él  en el fondo del vestuario, rodeado de su habitual buen humor mientras Enzo se sacaba la camiseta.
_¿Ahora has decidido hacerte emo o algo así..? Digo,por tu pelo.
_No. Es solo que...
_Enzo ¿qué  ha pasado?
El joven apartó  levemente  el cabello, dejándole  ver el hematoma que se extendía por su sien y la zona del ojo. Ed frunció  el ceño.
_¿Otra vez?
_Hacía  mucho que no me tocaba.
_Quédate a dormir esta noche conmigo.
_Ed,tranquilo.
_¡Tranquilo no,joder! ¡Si  tu no llamas a la policía lo haré yo!
Enzo le colocó  la mano sobre la boca para que dejara de gritar al darse cuenta de que algunos chicos se habían  vuelto hacia ellos.
_¿Crees que no lo he intentado...? -susurró  sin soltarle- Pero son amigos de él. Vienen  a casa, les cuenta cualquier  patraña y no hacen preguntas.  Solo tengo que esperar unos meses y me llevaré a mi madre conmigo cuando me vaya a la universidad. Todo saldrá bien. Ed...por favor. Estoy bien.Puedo hacerlo.

***

Cerró los ojos sentado en las gradas. Una suave tonada de piano lo invadía todo mientras Noah daba vueltas y vueltas en la pista. Estando en aquel remanso de paz ni siquiera el golpe le dolía.
_¡Eh! ¡Gigantón!
Enzo clavó la mirada en la pista. Noah se había detenido en el medio.
_¿Por qué  no vienes?
No tardó ni un segundo en decidirse a bajar con él.
Patinar junto a otra persona siempre le había  parecido lo más  divertido. Por eso el hockey le gustaba en gran parte por ese motivo,por el sentido de un equipo. Noah se echó a reír  mientras le llamaba "lento" y giraba frente  a él con una divertida sonrisa en los labios. Por primera vez en aquel día  Enzo también  sonrió.
_¡Ahora verás! ¡Voy a pillarte!
_¡Eso ya lo veremos! ¡Tortuga!
Enzo enganchó a Noah de la cintura que se debatió entre sus brazos haciendo al mayor perder el equilibrio.Los dos jóvenes  terminaron cayendo de culo y dándose un buen golpe contra el hielo mientras  se echaban a reír  a carcajadas.
_Tengo el culo  empapado por tu culpa,gigantón.
_Culpa tuya por decirme tortuga. ¿Qué  eres un niño de cinco años?
Noah rozó  el hematoma con sus dedos helados  y a Enzo se le borró la sonrisa de golpe. Por un momento se le había  olvidado aquello.
_Ya te dije que... me golpeé al caer.
_Enzo,basta de mentiras. Eso no ha sido un banco,a no ser que ese en particular  tuviera  un buen puño. ¿Ha sido en tu casa?
El mayor apartó la mirada,avergonzado. Debía  pensar que era patético.
_Tengo que irme.
_Enzo...
Para  su sorpresa Noah le abrazó con fuerza.
_No puedo saltar. Estoy aterrado. Porque me hice mucho daño haciendo una combinación de triple y cuádruple. Era un arrogante y la pista no estaba ni por asomo en su estado ideal. Yo... me caí. Tuvieron que operarme de la rodilla de urgencia. Dejé de lado muchas cosas pero no quiero que tu me dejes de lado a mi.
Enzo correspondió  a su abrazo con una leve sonrisa.
_Entonces hagamos un trato ¿de acuerdo?

Príncipes del hieloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora