Capítulo 14

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Se paró frente al espejo,arreglàndose el cuello de la camisa. Quizá debiera elegir otra. ¿A Noah le gustaría aquel color? Recordar que salía con Noah de nuevo le puso nervioso. Salió del baño y abrió el armario,buscando otra camisa. ¿Azul quizá ? O negra. Negra estaba bien. Era un color clásico. Cuando por fin se aclaró con el vestuario bajo a la cocina,donde su madre le preparaba el desayuno.
_Pero que guapo,hijo mío. ¿Dónde vas?
_Al parque de atracciones. Con Ed y unos amigos.
_Oh... ¿Y quienes son esos amigos? ¿No será por casualidad uno de ellos el patinador ese...?
Ella le acarició las mejillas,acomodándole luego el cuello de la chaqueta ante el sonrojo intenso de él.
_No te preocupes, cariño. Si te gusta solo díselo...
_Ya,pero...
_Te da vergüenza, estás nervioso. Sí. Lo sé. Pero si realmente quieres estar con él... no debes dejar que eso lo impida.
_Mamá...
_Y ahora a desayunar.
Intentó comer algo,pero los nervios le habían cerrado el estómago. Había visto muchas películas de parejas declarándose en parques de aquel tipo. ¿Qué cara pondría Noah si logrará declarársele allí?
Sus pensamientos se vieron interrumpidos por el tono de su móvil. Ed. Posiblemente ya lo estuviera esperando fuera.
_Buenos días, Ed.
_Enzo...
Tras pronunciar su nombre empezó a toser.
_Tío, no puedo ir. Estoy fatal.
_¿Cómo que no puedes? ¿Qué te ha pasado?
_Pues que...
Hizo una mueca al oírle sorber los mocos al otro lado de la línea.
_Me duele la garganta y la cabeza.-respondió entre toses.- Creo que tengo fiebre...
_No lo entiendo. Ayer estabas perfectamente.
_Te voy a mandar una foto. Ya lo verás. Tengo la nariz como un tomate y se me salen los mocos. Además que me lagrimean los ojos y...
_ Basta,basta. Ya lo pillo. Entonces... ¿suspendemos lo de el parque?
_¡Ni hablar! Tienes que ir.
_Pero...
_Y si es estar a solas con Noah lo que te preocupa, recuerda que también va la chica.
_Sí, pero...
_Que vas y punto.

***

Colgó el teléfono con una amplia sonrisa y levantó el pulgar hacia la muchacha sentada en su cama.
_Todo ha ido a las mil maravillas. ¿Qué tal el tuyo?
_Le dije que me había surgido un problema familiar. No soy tan buena actriz como tu. Va hacia la estación de tren, así que no hay problema.
_Nosotros habíamos quedado en la parada del autobús.
_Uno por un lado y el otro por el contrario para que terminen reuniéndose en las puertas. Esto es tan romántico..

_Seguro que sale bien.

_Ala,ya lo has gafado.

_Claro que no.

_¡Edward Atler!¿Se puede saber que estás haciendo?

Ed puso los ojos en blanco.

_¡Jolín,madre!¡Que ya vamos!

_¡Pues daos un poquito de vida,hijo mío! ¡Como me entere de que estás haciendo cochinadas con esa ricura de niña te la corto,pequeño enfermo!

_¡Madre!¡Que la vas a asustar!¡Luego te preguntas porque no tengo novia!¡Pues por tus gritos de verdulera!

La mujer se echó a reír a carcajadas y el joven sonrió. Sin duda alguna adoraba a aquella loca madre que tenía. Se calzó las deportivas y bajó a la entrada ,acompañado de Natasha.

_Nuestra misión de espionaje comienza ahora.

Chocó la mano de la joven.

_Por el mejor equipo de casamenteros del planeta.

***
Comprobó la hora en su reloj frente a la puerta de entrada y miró a todas partes. Fue cuando lo vio. Noah. Pero venía solo. ¿Por qué? Quizá la chica se hubiera entretenido en otro lugar y llegaría en breve. Lo recorrió de arriba a abajo. De nuevo llevaba aquel jersey. No es que le molestara,al contrario,le encantaba pero no aquel día. Debía tener la mente concentrada en hablar normal,como siempre,que fuera una cita no lo hacía diferente ¿no? Y dejar de pensar en aquella piel blanca y seguramente tan suave que...
Sacudió la cabeza, haciendo que el menor le mirara con cierta confusión.
_¿Hola?
_Oh,Noah... Ho-hola. Es que... ¿y Natasha?
_Me dijo que le había surgido algo,un problema familiar.
_Vaya...
_¿Y Ed?
_Está enfermo.
_Bueno...
Noah le sonrió ,dejándolo brevemente noqueado.
_Parece que estamos solos. Entonces..¿entramos?
_Claro,claro...
Pagaron las dos entradas y caminaron un rato, buscando la primera atracción en la que se subirían.
_¡Eso es un tiovivo!
Noah echó a correr hacia la valla que rodeaba la atracción con ilusión mientras observaba los caballos de crines de vivos colores,los leones y demás faunas que daba vueltas y vueltas.
_¿Quieres subir ahí?
El menor asintió con los ojos brillantes y lo tomó de las manos.
_¡Vamos juntos!
_Pero es que yo...
_Serà divertido.
No podía resistirse a él y cada día lo tenía más claro. Simplemente era superior a sus fuerzas. ¿De verdad tenía que ser tan malditamente adorable? Noah eligió un caballo mientras le señalaba a Enzo uno de los leones. Suspiró,resignado y ocupó el lugar.
_¿Por qué tu el caballo?
_Porque los leones van más contigo.
_¿En serio?
_Sí. Por tu lado salvaje.
_¿Mi lado qué...?
_¿Debo recordarte quien empotró a aquel pobre chico contra...? ¡Empieza!

***
Se quedó quieto con los ojos cerrados y los oídos tapados fuertemente con sus manos. Tras varias atracciones después del tiovivo a Noah se le había antojado entrar en aquella casa del terror. Él había accedido pensando que podría soportarlo pero eso cambió a los pocos metros cuando una especie de esqueleto con lo que parecían cachos de carne colgando de los huesos todavía había salido de una de las paredes entre él y Noah y lo había hecho caerse de culo al suelo. Nunca había soportado las películas de miedo y aquello era como estar dentro de una de ellas. Noah esquivó el muñeco y se arrodilló frente a él.
_Eh,Enzo... Abre los ojos.
Él negó con la cabeza.
_Sabes que no podemos quedarnos aquí quietos ¿verdad?
_No...
Notó el aliento de Noah sobre sus labios y luego un suave toque en sus mejillas que le hizo abrir los ojos. El moreno le sonrió.
_¿Por qué no me dijiste que te daba miedo?
_Es que...no quería que pensaras que era una nenaza. Además,te hacía tanta ilusión que...
_Oh,venga,Enzo. Si hubiera sabido que les tenías pánico no te hubiera hecho entrar. ¿Por qué no me tomas de la mano y seguimos hasta la salida?
_Solo si no me sueltas.
_Claro que no. Nunca podría soltarte.
Clavó la mirada en la suya sin saber que decir. Quizá aquel momento fuera el adecuado.
_Noah,tengo que decirte una cosa.
_¿Ah sí? ¿Qué?
_Tu a mi me...
Enzo se puso pálido al sentir una mano sobre su hombro y las palabras se atascaron en su garganta al ver la mano huesuda por el rabillo del ojo. Se abrazó a Noah con tanta fuerza que al joven se le cortó momentáneamente la respiración.
_Chicos,siento haberos asustado. Soy uno de los encargados. ¿Estáis bien?
_Yo sí. Pero mi amigo...Bueno. ¿Podría guiarnos a la salida?
_Mejor os saco por la puerta del personal.
Noah tomó la temblorosa mano de Enzo con firmeza mientras el hombre abría una puerta oculta que daba a un bien iluminado pasillo. El mayor enseguida se tranquilizó ante la luminosa estancia y más cuando salieron al exterior.
_Eres adorable.-comentó Noah,no pudiendo evitar la carcajada.
_¡Cla-claro que no!
_Sí que lo eres.
_¡Qué te digo que no!
Se cruzó de brazos con el rostro rojo como un pimiento de la vergüenza mientras el menor se ponía de puntillas para besar su mejilla.
_Eres tan tonto... Ahora hagamos algo que me miedo a mi ¿vale?
_¿Cómo que?
Enzo alzó la mirada hacia lo que Noah señalaba. La noria.
_Ahora es tu turno de no soltarme la mano,Enzo.
***
_¿Dónde pueden haberse metido? Nat ¿alguna idea?
Cuando se volvió para ver porque la chica no contestaba se dio cuenta de que había desaparecido. Resopló,localizándola al lado del puesto de algodón de azúcar que ella miraba,mordiéndose los labios.
_¿Por qué no te compras uno?
_No puedo. Estoy intentando comer mejor por... Bueno,ya sabes.
_Pues no. La verdad es que no sé.
_Porque estoy gorda...
El chico se encogió de hombros y pidió uno de color azul.
_¿Y qué más da eso? Te preocupas demasiado.
_Eso lo dices porque nadie se ríe de ti.
_Ya ves que cosa. Sabes que son imbéciles.
_Ya,pero...
_A mi me gustas así,pero si quieres perder peso ¿por qué no vienes conmigo a correr? Eso podría ayudarte.
_Ed...
Clavó la mirada en la de la joven,acercándole el algodón a los labios.
_Y ahora come. Por un día no te vas a morir.
Ella le sonrió.
_Tu también tienes tus puntos adorables ¿sabes..?
_¿Adorable? Para nada.
_A ti...¿te parezco guapa?
_Eres agradable a la vista,sí.
_¿Aunque esté gorda?
_No estás gorda,solo un poco rellenita. Y mirándolo por el lado bueno hay más sitio donde agarrar.
_Bruto...
_¿Qué? Es la verdad.
No pudo evitar ampliar la sonrisa ante aquello. Se sentía muy bien cuando estaba con aquel loco con el que tenía tanto en común. Pero era hora de dejarse de charla y empezar a buscar a la parejita. Los encontraron enseguida a pesar de la gente que había. Tomados de la mano como toda una pareja. Aunque pronto se dieron cuenta de que había algo que no habían tenido en cuenta al reunirlos allí. Y era que quizá aquel día el destino no estuviera por la labor o sí lo estaba,pero para fastidiarlos.Solo les hizo una falta pasar tras ellos media hora para presenciar tres intentos fallidos de declaración de Enzo. Por la cara del mayor sin duda no eran los primeros. A cada paso que daban Ed iba tensàndose a su lado. Si había alguien en el mundo que deseara que Enzo se declarara,a parte de él mismo,ese era Ed. Cada vez que los veía juntos se daba cuenta de la tremenda complicidad entre ellos,casi como si uno supiera lo que el otro iba a hacer en cualquier momento. Eso,claro,incluía la pista en los partidos. ¿Podría ser que se leyeran la mente o que estaban tan compenetrados que les resultaba sencillo? Sintió como la agarraba del brazo y tiraba de ella.
_Se lo lleva a un sitio apartado. A esta va la vencida,seguro.

***

Noah se sentó en el banco,viendo a Enzo pasarse los dedos por el cabello con cierto nerviosismo. Llevaba toda la mañana intentando decirle algo y,aunque las primeras cinco veces verlo frustrado le hacía un poco de gracia a la sexta y a las siguientes ya no tanta. Al fin el mayor se paró frente a él y respiró hondo. Pero antes de que pudiera pronunciar una sola palabra un ruido infernal salió de uno de los altavoces distribuidos por todo el parque.
_¡Oh! ¡Venga ya!-gritó alguien a sus espaldas.- ¿Qué clase de jodienda mística es esta?

Príncipes del hieloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora