La cabaña de Un Misterioso Amo
Capítulo tres....prácticamente a rastras entre en la cabaña de esa persona totalmente desconocido para mi. Me paro en la misma entrada diciendome que no me movería de allí. Así me quedé, sintiendo el calor que prendió la chimenea; empezando volver a entrar en calor. Aún así no supe que va hacer ni El ni yo. De alguna manera debo quitarme esa ropa ....asquerosa ya, pero la dilema que me pongo? No llevo ni maleta con una muda, solamente una braguita que siempre tengo de más en mi bolso. Por se acaso.
De vuelta el misterioso hombre se para frente a mi. Tuve que hechar la cabeza para atrás para poder ver sus ojos. Alto, como uno ochenta, delgado no tan musculoso pero tiene algo en su mirada, me pone nerviosa. Me mira de arriba abajo ,observandome viendo atraves de mi blusa, mis pezones duros. Es como un reflejo me levante los brazos para cruzarmelos delante de mis pechos, pero me adelantó.
- No me tapes esas vistas tan deliciosas. -tan seco, pero a la vez no pude hacer nada.
¿Como?
- Shhh. Ven aquí. -me agarro el filo de la blusa y ya cuando quise darme cuenta , los pocos botones que tenia lo desabrochado sin apartar la vista en ningún momento de mis ojos. Sin ni si quiera reprochar ni protestar pude no tengo ni para eso fuerzas. Se agacha junto a mis zapatos, bueno lo que queda de ellos. Me mira para que me levante un pie para sacarme los y luego lo mismo con el otro. Se incorpora de nuevo, se acerca; nuestra respiración se mezcla. No se que espero un beso? Que me haga suya de una vez? Jamás se me hubiera ocurrido por la cabeza , pero ese hombre me desconcierta. Su pecho roza los míos que responden a su acercamiento se poniendose más duros si cabe mis pezones ....duele.
Me abraza por la cintura buscando la cremallera de mi falda y lo deja caer, justo al lado de mi blusa y zapatos. Ya solo me quedan mis braguitas y mi sujetador.
Eso ya es demasiado. Estoy empapada casi sudando mis mejillas arden lo se, pero que me está haciendo ese hombre.
Se da una vuelta a mi alrededor con un gruñido, me coje en brazos y asi tuve que agarrarme a su cuello.
- Vamos Muñeca hay que lavarte quitarte el barro de encima antes que cojas frio.
Sin poder articular ni una palabra solo asentía.
Un baño enorme con una bañera ya llevándose, mmm siiii eso lo que necesito. Pero en vez de eso, me dejo de pie junto la ducha.
- Primero tengo que quitarte el mugre, luego sigo bañándote más tranquilamente.
Como si yo no fuera capaz de hacerlo. Con delicadeza me quita el sujetador y antes que podria reaccionar con su mirada me para.
- No está nada mal.-dice tan tranquilamente cojiendose una en cada mano, masajeandolas mientras sus dedos alcanzan mis pezones. Tuve que agarrarme a sus brazos por no caerme por no deritirme en el momento.
- Definitivamente me gusta.
Sin más titubeó bajo mis braguitas, metiéndose sus manos entre mis piernas ...- Y tan humeda para mi?! Asi debe ser. .... (Cont)A. G.®