delirio de corazones rotos

初日

taehyung estaba acostado en la cama compartida con su novio, revisando su celular mientras que jungkook preparaba el desayuno. el castaño tenía ojeras bastante notables, provocadas por insomnio.

— ¿no pudiste dormir hoy tampoco, bebé? — preguntó jeon desde la cocina, con tono preocupado. — no. — le respondió el otro, fríamente. el pelinegro se dirigió a su cuarto compartido con un plato en su mano, en este habían dos tostadas, un huevo frito y tocino, acompañado con jugo de naranja. al llegar a la habitación donde estaba su novio, le entregó su plato y se acostó con él, taehyung sentado en sus regazos y jungkook con la barbilla apoyada en la cabeza del otro.

jeon agarró el tenedor con delicadeza, partió un pedazo del tocino y movió su mano para que el tenedor quedara al frente de su novio, como dandole de comer a un bebé. taehyung era el bebé de jungkook. un bebé que quería acabar con su vida. el solo pensar en que su novio quería arrebatarse la vida le daba escalofríos. jeon tenía que evitar a toda costa que el castaño lo hiciera.

— ¿sabes, cariño? — le dijo mientras le daba otro pedazo de tocino. — si te quitas la vida, no podrás volver a dormir. ni a comer. a ti te gusta la comida que te preparo, ¿verdad? si te quitas la vida, no podrás volver a saborear nada, ni el tocino, ni ninguna otra cosa que se te venga a la mente. —

jungkook posó su mano en la mandíbula del otro, y sus labios se unieron en un beso dulce. taehyung con gusto le correspondió, hasta que se separaron por la falta de oxígeno.

el pelinegro entonces se acercó al oído del opuesto, y le susurró suavemente. — y lo peor de todo, es que no podrás saborear mis labios nunca más, al igual como yo no podré saborear tus dulces labios nunca más. —