7日目

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jungkook volvió del trabajo, cansado y con ganas de besar a su futuro esposo. — ¡taehyung, bebé, estoy en casa! —gritó, pero no hubo respuesta alguna. — ¿taetae?— dijo nuevamente, con un leve tono de preocupación. impaciente, se dirigió hacia su habitación sin rastro alguno del castaño. le dio un vistazo a cada rincón de el pequeño apartamento con respiración entrecortada. no, todavía no puede. faltan tres días. faltan tres. no he terminado.

con desesperación, salió de su apartamento, bajando casi corriendo las varias gradas que se encontraban a su paso. corrió hacia el parque favorito de la pareja, con una gota de esperanza que tan sólo estuviera dando un paseo. sólo quería encontrar a su novio de pelo castaño y sonrisa cuadrada, sentado en una banca de las otras que se encontraban rodeadas de árboles, esperándolo pacientemente. pero no, no vivimos en un cuento de hadas.

cuando jungkook se aseguró de haber revisado de lado a lado el parque, se dirigió a la calle más cercana, gritando varios — ¡taehyung! — mientras lo hacia, sin importarle las varias miradas extrañas que le lanzaban las personas que transitaban aquel lugar.

después de horas de búsqueda, cuando sus esperanzas se habían acabado y sus piernas no daban para seguir caminando más, lo vio. no quería aceptar que era él, pero no podía tan sólo ignorar el hecho de que su novio estaba en la punta de un muelle, que daba al mero océano. todo su cansancio desapareció, y fue corriendo hacia donde el castaño estaba.

al escuchar los pasos de jungkook, taehyung se dio vuelta, y le dedicó una de esas bellas sonrisas que sólo él poseía, mientras lágrimas se escapaban de sus ojos. susurró un casi inaudible te amo antes de quitarse delicadamente el anillo de compromiso y dejarlo al frente del de pelo negro, para luego cerrar los ojos y caerse de espaldas a aquella manta negra y oscura de agua.

— ¡NO, MIERDA, NO, NO! — gritó con todas sus fuerzas jungkook, ojos cristalinos conteniendo lágrimas que exclamaban por salir, y sin pensarlo dos veces, saltó hacia el agua, con esperanza de lograr atrapar el cuerpo de su novio antes de que fuera demasiado tarde.

delirio de corazones rotosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora