6日目

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taehyung daba vueltas alrededor de su habitación compartida, pensando en si debería de esperarse un poco más o un poco menos. se mordía de vez en cuando las uñas, dejando a plena luz lo nervioso que estaba. sus piernas no dejaban de temblar, a tal punto en que el castaño sentía que en cualquier mili segundo se caería con descontrol de su cuerpo.

todo había cambiado de rumbo al estar con jungkook. todo le había parecido más claro, como si el pelinegro fuera la respuesta esencial que su vida necesitaba para poder llamarse una vida siquiera. como cuando logras encontrar aquella pieza de tu rompecabezas eterno; te costó tanto construirlo, y con tan solo una pieza faltante, su imagen no tenía sentido. tae era un rompecabezas, frágil y delicado, bajo las manos del menor.

pero ¿realmente le querría provocar tal daño a la persona que puso su sudor y lágrimas en armarlo, tan delicadamente y con una mirada llena de amor, como un pintor con su obra más reciente? no. taehyung podía llegar a hacer muchas cosas, pero jamás bajo total consciencia le haría daño a un ser como el que era su pareja.

aunque, al mismo tiempo que pensaba sobre todo esto, pensaba en que lo suyo con jungkook era un amor de primavera; una fantasía, un cuento de hadas, y como toda estación, como toda historia, como toda relación, había un fin. ¿tan malo era nada más precipitar tan solo un poco su final feliz?

taehyung agradecía que jungkook no estuviera en casa.

delirio de corazones rotosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora