8日後

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jungkook abrió los ojos, poco a poco, cegado por la luz que se encontraba frente a él, hasta que sus ojos se adaptaron y logró ver completamente a su alrededor. estaba en una camilla, a la par de esta, una mesa rodante de metal con varios utensilios médicos. utensilios médicos... volteó a ver a sus dos lados para confirmar dónde se encontraba; en un hospital.

no lograba procesar al completo el por qué estaba ahí y cómo llegó, aunque eso no era de importancia. ¿dónde estaba taehyung? miró su habitación una vez más, con la pequeña esperanza de que estuviera a su lado, esperándolo, amándolo, y más que todo, vivo.

el castaño no se encontraba ahí, para su mala suerte. jeon se empezó a desesperar, sin saber el estado de su bebé, necesitaba salir de ahí, necesitaba verlo, necesitaba besarlo, lo necesitaba bajo sus brazos. intentó salir de su camilla como pudo, pero falló, sus piernas demasiado débiles para aguantar su cuerpo.

¿qué podía hacer? su paciencia se acababa rápidamente, no aguantaba más tiempo sin verlo, hasta que tuvo una idea. llamar a alguna enfermera. no fue difícil encontrar el botón, por lo cual lo presionó velozmente y unos minutos eternos después, llego una mujer con cara de pocos amigos.

—¿se le ofrece algo?— preguntó con un tono frío, y una gota de sarcasmo. a pesar de que a jungkook ya le cayó mal tal señora, intentó mantener su mejor actitud. —tengo una pregunta, ¿de casualidad tendrán algún paciente con el nombre de kim taehyung?—

la mujer sólo se molestó en mover la cabeza en señal de aprobación. si no fuera porque tae se encontraba en este mismo hospital, ya le estaría gritando a la vieja esa que al menos intentara ser amable. —¿me podría llevar a su habitación, por favor?—

la enfermera se fue, sin tomarse la molestia de contestarle al de pelo negro. pasaron los segundos, pasaron los minutos. ella regresó, asintiendo y dirigiéndose hacia jungkook para ayudarlo a levantarse. —te llevaré hacia la habitación, agárrate de mi brazo, lo que necesitas para caminar normalmente es empezar apoyándote sobre algo, y luego de un tiempo lo logrará sin ayuda.— jeon solo murmuró un casi inaudible okay mientras la mujer lo guiaba hacia su futuro esposo.

al llegar a la puerta que daba al sitio donde el castaño se encontraba, la enferma hizo una pausa para pedir un momento a solas para jungkook y taehyung, con lo que los doctores no se quejaron y salieron rápidamente de allí. el de pelo negro se apoyó en la pared para dirigirse con pasos torpes al moreno, que todavía descansaba inmóvil en su respectiva camilla. lamentó que los doctores se hubieran retirado, ya que ansiaba por saber el estado de la persona que amaba.

tan sólo lo quería vivo, tan sólo lo quería ver respirar, tan sólo lo quería ver parpadear, tan sólo quería ver su hermosa sonrisa de caja. ¿era mucho pedir que le dieran la oportunidad de enseñarle a taehyung de una vez por todas, cuánto lo amaba?

delirio de corazones rotosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora