Su presencia había hecho grandes estragos en mi vida, nuevamente.
No podía, tenía que alejarme de él.
Por mi bien y el de Megan.
—Muñeca.—Susurró relamiendo sus labios.
Negué.
—Sal de mi vida, Peter.—Dije con voz firme.—Sal y no vuelvas más.
—No puedo, te quiero.—Habló con desesperación.—No me pidas eso, Melody.
Lo siento, Peter.
—Me hiciste mucho daño, Y ahora que estoy superando esa dolorosa parte de mi vida, ¿Vuelves como si nada?—Reclamé.—Hazme el favor y desaparece.
—Mami Mel.—Lloriqueó Megan entrando en mi habitación.
Me acerqué hasta ella y la tomé entre mis brazos.
—¿Qué pasó, cariño?
Meg restregó sus pequeños ojitos llorosos y me abrazó con fuerza.
—Caí de la cama de abu Jack.—Susurró con un puchero.
Besé su cabeza y sobé su espalda.
—No pasa nada, bebé.—Susurré en su oído que se encontraba entre mi cuello.—Ya pasó, Meg.
—¿Es tu hija?—Interrumpió Peter con voz ronca.
Me volteé para mirarlo con nerviosismo.
Él no sabía nada de lo que había pasado con Hanna.
—Sí.—Mentí.—No me busques más, ahora tengo una familia.
Peter negó con la cabeza y lentamente se acercó hasta mí.
—No me rendiré tan fácilmente, muñeca.—Dijo con una sonrisa arrogante.—Te recuperaré, volverás a ser mía.—Dijo caminando hasta el balcón.
—Nunca fui tuya, Peter.—Solté firme y salí de mi habitación con Megan en brazos soltando un portazo.
—Mami Mel.—Murmuró Megan saliendo del hueco entre mi cabeza y mi hombro.
—Dime, cielo.—Dije mirándola con atención.
—¿Quién era ese señor?
—Alguien del pasado, bebé.
Ella asintió distraída y sonrió.
—Quiero un helado.—Dijo meneando sus pestañas con rapidez.
Pequeña pilla.
—Está bien, te llevaré por uno.—Dije con una sonrisa tocando su nariz.—Sólo si me das un besito.
Megan asintió energética y besó mi mejilla.
Reí y bajamos a la primera planta hablando sobre que helado compraríamos.
—¿Y ustedes tan felices?—Preguntó Jade desde el sofá.
La miré con sorpresa.
—¡Jade! No te ví.—Dije riendo.—Saldremos por un helado, ¿Quieres venir?
—Oh, no, cielo.—Dijo negando levemente.—Tengo que ir al supermercado, quizás otro día mis niñas.
Asentí y me dirigí hasta la puerta principal con Meg en brazos.
—Aún no conozco muy bien por aquí, bebé, pero creo que hay un parque por aquí cerca.—Expliqué mientras Megan me miraba atenta.—En ese parque de seguro venden helado.
Comencé a caminar con paso firme hasta el parque.
—¡Si venden helados, mami Mel!—Gritó Megan con euforia apuntando hacia un pequeño local de helados.
Asentí y caminé hasta los helados, pero había una pequeña fila antes de mí.
Bajé a Megan y ella tomó mi mano de inmediato.
—¡Vamos, muevan esos traseros que me estoy perdiendo mi novela en casa!—Gritó con euforia la chica que estaba delante de mí.—¡Me perderé los abdominales de Seth!
Me reí.
Esta chica está loca.
—¿De qué te ríes?—Gritó nuevamente la chica volteándose con lentitud.—¿Tengo cara de payaso acaso?
Abrí mis ojos sorprendida.
¿Cómo no la reconocí antes?
—¡Anne!—Grité para luego tirarme a abrazarla.
Habían sido tres años sin verla ni hablar.
Luego de irme a Bibury con Megan de bebé, corté toda relación con el mundo. Sólo mi familia sabía que había escapado de mi gran tristeza hacia Bibury.
—¡Mel!—Gritó de igual forma correspondiendo mi abrazo.—¡No te he visto en años, mujer!
Asentí.
—Hace años.—Susurré.—¿Qué a sido de tú vida?
Anne suspiró con pesadez.
—En realidad no hay mucho que contar, seguí en la uni y nada más.—Dijo tomando su pelo en una coleta.—¿Por qué desapareciste de un día para otro?.—Preguntó con preocupación.—¿Y Hanna?
Negué lentamente.
—Es una larga historia.
Anne sonrió.
—Tengo tiempo.—Dijo y miró a Megan que se encontraba tirando mi vestido con timidez.—¿Y esta preciosura?
Sonreí.
Megan se escondió tras mis piernas.
—Es la hija de Hannie.
•••
¡Primer capítulo ya aquí!
¡Disfrútenlo!👀💞
Nos leemos pronto, bellezas💓
