Catalyst: La Diosa Perdida.

Nuevo Compañero.

—… ¡Y por eso y por otras innumerables razones no puedes salir de esta casa sin un adulto responsable!

Diana suspiro, se le estaba haciendo tarde para ir a la escuela por culpa de su madre y sus charlas increíblemente largas. Se termino de comer sus tostadas con beicon y salió por la puerta principal. El día de hoy sus padres habían amanecido muy nerviosos, extremadamente nerviosos. Hay una fina línea entre ser cuidadoso y tener miedo a todo, sus padres cruzaron esa línea. Es todo muy agobiante, ella no había hecho nada malo, ni siquiera tomo alcohol. Hubiera llegado a una hora razonable a casa de no ser por el chico de ojos verdes. Desde el día de hoy ella odiaba el color verde. El verde era el dueño de sus pensamientos y sueños, también era el culpable de sus ojeras. Ese chico había entrado a su vida, le había pegado una bofetada y se volvió a ir azotando la puerta, dejando a Diana abrumada y confundida hasta más no poder. Quería saber más sobre ese chico, quería saber por que tiene semejante caracter. ¿Sera un truco para atraer chicas? A la mayoría le gustan los chicos malos. Diana sacudió su cabeza quitándose esos pensamientos de la mente, el chico actuaba tan seguro de si mismo que no creyó que eso fuera posible.

—Esta bien, mama. Adiós.

«Increíble. ¿Cómo le explicare al profesor de matemática que llegue tarde? “Oh, fui a una alocada fiesta anoche y llegue tarde. Mi padrastro se entero y me delato con mi mama que me dio una charla de unos veinte minutos sobre mi castigo” » pensó Diana.

Se monto en su moto y arranco rápido, ella estaba a unos seis minutos de la escuela y estaba contra reloj. Diana vivía en un pequeño pueblo. Greenwood. No es como los pequeños pueblos de las películas, a menos que sean películas de hace cincuenta años, donde las personas creían en brujas y esas cosas. Greenwood estaba demasiado lejos de ninguna parte como para tener un Starbucks o un Mc Donald´s, solo tenia un Quiz, era una hamburguesería…De muy mal gusto debo agregar. Y la piscina local era un lago a mitad del bosque.

Había un solo centro comercial que esta a treinta millas del pueblo. En Greenwood las personas solo se vestían elegante por tres razones: La graduación del condado, que es cuando todos los de East High deciden si se van a ir del pueblo o se van a quedar a estudiar a una universidad a cien kilómetros de distancia de aquí, la cual por supuesto es la mas cercana. El concurso anual de pasteles, pero eso era una excepción para la familia Thompson, que nunca participaba. El concurso era mas para familias como: los Kerr, los Connor, los Asher y los Benson. Y por las fiestas de Sarah o por alguna recolecta sorpresa del Alcalde, sin mencionar el ir a la iglesia. Si no vas a la iglesia con tus mejores prendas, es un insulto a Dios.

En Greenwood te juzgan por tu familia, no por quien seas. Los vecinos vigilan desde sus porches sin falta en las tardes después de la escuela, buscando algo de que hablar y entretenerse y ¿Qué esperaban? Si están viviendo en medio de la nada, es obvio que no tienen nada que hacer que meterse en la vida de los demás. Y solo digamos que si tu madre es enfermera a más de doscientos kilómetros de aquí, pueden llegar a ser muy crueles contigo.

East High era como cualquier otra secundaria, los populares están en la cima, son el orgullo de East High, los nerds son la decepción que planea irse del pueblo y luego están los que son como Diana, los que todavía no toman una decisión definitiva. En East High, había dos formas de clasificar a los estudiantes: Están los que son de la sociedad de alumnos y los que no. Así eran las cosas, en un baile organizado por el alcalde si no dices que tu hija/hijo esta en la sociedad de alumnos, estas cavando tu propia tumba social.

Diana estaciono su moto, bueno si por “Estaciono” quieres decir, la tumbo en el suelo y salió corriendo, si. « ¿Quién fue el de la esplendida idea de dar matemáticas a primera hora del día? Debe ser que lo primero que yo quiero ver un lunes a primera hora es matemáticas. » Se dijo Diana.