capítulo 3:

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Llegue a la casa, era enorme. Tenia tres plantas y una azotea, la fachada era blanca y estaba a las afueras de Madrid, era como una urbanización. Al entrar vi una pancarta que decia "bienvenida" y una mesa con comida y gorritos de fiesta. Mi primo Guillermo me dio una palmadita en la espalda como diciendome ' la que te espera primita' y yo le sonrei.

Mi tío Luis y yo subimos las maletas a mi nuevo cuarto. Cuando abri la puerta me quede paralizada de la emoción, era el cuarto mas bonito que e visto en la historia, con paredes verde limón claro, una lampara china del color blanco del techo, una cama alta, muchos armarios y para terminar un escritorio con cajones pequeños. Lo que más me gustaron fueron las vistas desde la ventana, un estenso campo verde y si mirabas para abajo se veian las casas de los vecinos. Mire a mi tío que me sonreia.

-¿ Te gusta?

- No me gusta, ! me encanta ¡- dije con nerviosismo en la voz.

- Me alegro. Ahora bajemos a la fiesta, tus primos te esperan.

Bajamos mi tío y yo las grandes escaleras y llegamos al salón, donde todos llevaban ya el gorrito de fiesta. Mis tíos se miraron y entonces mi tía hablo.

- Bueno, os preguntareis que hace aquí vuestra prima María, pues esta aquí porque su papá trabaja mucho y ella pasa mucho tiempo sola.

Entonces una voz se escucho al fondo de la sala, era mi prima Victoria, la más pequeña por ahora.

-¿ y por qué no se queda con su mamá? ¿ es qué ya no la quiere?

- Mi mamá esta en el cielo y me quiere muchisimo desde allí igual que mi papá desde Londres- intente explicárselo lo mas facil posible para que me entendiera. Se hizo un silencio un tanto incómodo que mi tía no tardo en romper.

-Bueno, a parte de la llegada de vuestra prima tengo que anunciaros que el bebé va a ser... otra niña.

-Bien ya os superamos en número. -Dijo mi prima Carmen con una amplia sonrisa.

Os presento a mis primos:

Guillermo es el mayor, tiene diecisiete años, es un chico bastante alto, de cabellos castaños, ojos marrones y una piel demasiado morena para vivir en Madrid.

El mediano es Alejandro, tiene catorce años, es exactamente igual que Guillermo, lo unico que los diferencia es el caracter, Alejandro es muy nervioso y se avergüenza de todo, en cambio Guillermo es muy tranquilo y si no le gusta algo no tiene pelos en la lengua para decir lo que piensa.

El más pequeño es Alvaro, que tiene cinco años, es rubio con los ojos entre verdes y azules y su piel es muy paliducha. Tiene la personalidad de Alejandro pero se le añade travieso y juguetón.

Esta familia es un tanto peculiar, porque por cada chico hay una chica, si, exacto todos tenian una gemela.

Carmen es la gemela de Guillermo y son identicos, lo unico que los cambia que uno es chico y la otra chica.

María es la gemela de Alejandro, ella es de pelo marrón oscuro y de piel palida, sus ojos son de un color miel muy bonito.

Victoria es la gemela de Alvaro, ella es pelirroja y de piel palida, sus ojos son de un verde botella que, para ser sinceros me encanta.

Mi nueva primita seria la unica sin un gemelo o gemela.

Pasaron las horas y cuando mi tía miro el reloj ya era la hora de cenar, asi que se dispuso a ir a la cocina a preparar la cena. La ayude a levantarse e intente ayudarla en algo, pero me detuvo.

- Cariño, quedate  aquí disfrutando con tus primos mientras yo hago la cena, no te preocupes y ademas si me pasa algo solo tendre que gritar.- Alzó una ceja y me removi nerviosa en el sitio.

- esta bien, me quedare aquí.- Me sonrió y se fue.

Mi tío propuso jugar al monopoly y todos digimos un si muy sonoro y mi tío se echo a reír.

A la media hora se escucho a mi tía desde el comedor

-La cena esta lista, todos a comer.

Cuando entre, no me podia creer lo que veian mis ojos. Todos digimos a la vez:

- ¡Torrilla!.- Nos miramos y nos echamos a reír a carcajadas limpias.

Despues de la cena me despedi de todos y me fui a mi cuarto. Al entrar descubrí que había una puerta, al abrirla alucine, mi propio baño. Deshice rápidamente las maletas y coji el pijama, me encerre en el baño y no sali pasadas dos horas.

Cuando deshice la cama, descubri que era una cama nido (por eso es tan grande) me hacerque a la ventana y mire a la calle, en el porche de enfrente se encontraba un chico sentado en una amaca, me fije bien y abri la ventana.

- Hey ¿ no tienes frio?.- Alze una ceja y el me miro a los ojos desde abajo.

- Anda el mundo es un pañuelo.- Me sonrió Cristian desde la verja de mi casa.

-Pues si, pero no has respondido a mi pregunta.

-pues si, un poco.

- pero ¿ Qué te a pasado?

- Se me han quedado las llaves dentro de casa y no puedo abrir.- Tube que esforzarme mucho para aguantar la risa.- ja ja muy graciosa.

-¿ Y que harás ahora?

-Me quedaré a dormir en el porche.

-¡ Pero estas loco! te vas a conjelar, espera, tengo una idea, ¿ por qué no vienes a dormir con mis primos y haceis una fiesta de pijamas?

- ¡¿ Tu primo es Guillermo?!

- Si, ¿ Por?

- Es mi mejor amigo desde la guarderia.

- Ala pues te abro entonces.

- De acuerdo.

Baje las escaleras como un rayo dispuesta a abrir la puerta pero me encontré con mi primo

- María ¿ dónde vas ahora?

- ya lo veras

Abri la puerta y entro Cristian tiritando de frio.

- se le han quedado las llaves dentro de casa y vais a dormir juntos.- mi primo me miro confuso y yo le dedique una sonrisa.

Ya me disponia a subur las escaleras cuando mi primo me detuvo.

- ¿ No me das las buenas noches?

- pues claro que si.- baje los escalones y le di un beso en la mejilla.- Buenas noches.

Me di la vuelta y escuche a Cristian.

- ¿ y a mi no me las das?.- me dijo con un puchero.

- No, tienes la cara muy fria, te tendras que conformar con unas buenas noches.- le guiñe un ojo.

Ya subi rapida y me encerre en mi cuarto y caí en la cama profundamente dormida.

te echo de menosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora